Hemos celebrado el despacho de un Presupuesto 2019 que demandó el acuerdo y diálogo entre el Ejecutivo y Oposición, con tal de perfeccionar un proyecto que no consideraba relevante necesidades en Educación Superior, Vivienda Social, Cultura, Innovación, ni Regiones, entre otras materias.
Y es que nos enfrentamos a una propuesta original que tan sólo consideraba aumentar 1,1% para el desarrollo regional. Esta miopía nos obligó a buscar cambiar la clásica mirada centralista que tanto ha costado erradicar. Y si bien algo avanzamos - al aumentar este ítem a 3,8% - nos encontramos con una campaña que hace lo contrario por las regiones.
Afirmar que ocupar dineros destinados a mejoras del transporte público para subsidiar peajes constituye una “medida regresiva”, es parte de aquello. Si a eso le agregamos que se trata de una editorial de un medio que es el brazo armado de cierto sector, titulada “Injustificado subsidio a peajes”, nos demuestra que nos quedamos cortos al calificar de miopía aquella mirada centralista del Presupuesto.
Entonces yo me pregunto cuál es el objetivo de usar un medio que sólo se lee en Santiago para una campaña contra la descentralización.
Es cierto que estos fondos llamados “espejos” fueron creados para equilibrar la inversión del Estado en transporte público en las regiones, para compensar los fondos requeridos por el Transantiago, porque en regiones las necesidades son distintas, como subsidiar transporte escolar rural y de conectividad con zonas aisladas.
Pero hay que ser precisos y recordar a los detractores, que el otro eje de operación de esta ley 20.378 incluye la decisión local, ya que son los gobiernos regionales los encargados de decidir qué proyectos de infraestructura e iniciativas de transportes se desarrollan de acuerdo a la demanda e interés regional.
Ante aquello fue que propuse dar la posibilidad al Consejo Regional de Coquimbo, que al contar con más recursos en el Fondo Espejo, pueda definir subsidiar o no el peaje de la Ruta D43. Y bien, contamos con un acuerdo transversal del Gobierno, Oposición y autoridades locales.
Eso es parte de la autonomía regional que tanto anhelamos y creo que su espíritu no tiene por qué contravenir la agenda de una cartera de turno que al parecer apuesta a que las personas se bajen del auto como único y gran objetivo.
Ahora viene por cierto una nueva etapa, a través de un estudio serio se debe focalizar el subsidio y lógicamente beneficiar a quienes merecen ese esfuerzo. Es fácil ser populista porque esta rebaja o congelamiento del alza del peaje es un anhelo levantado también por autoridades locales y medios regionales pero además se pide concordancia en el tramo, flujo y precio.
Ahí es donde debemos tener las cosas claras, porque el sentido del acuerdo no es beneficiar al empresario del transporte privado que usa esta carretera y puede cubrir el peaje completo. Por ello debiera existir un peaje diferenciado para que aquel subsidio beneficie a la población que hace esta ruta que es parte de su Pyme, estudios, trámites, o trabajo.
Por ello, sentar la polémica desde la capital sin conocer los detalles de la D-43, y sin saber la realidad de la zona, me permite suponer que se pretende instrumentalizar un reproche a una decisión que va en beneficio de gente de mi región.
Por qué entonces no pensar que al ampliar el Fondo Espejo podríamos también dar un enfoque y perfeccionar la política de concesiones viales, evaluar técnicamente su justificación, porque no es menor el descontento que existe respecto a pagos en peajes. Es evidente que queda mucho por hacer en este tema y las prioridades, al menos mi sector, las tiene claras.
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