Seguridad en el aire: Un compromiso que merece reconocimiento

Jorge Caro

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Cada vez que un avión despega y cruza los cielos de manera segura, detrás de ese trayecto hay un equipo de profesionales trabajando incansablemente para que todo salga bien: Los controladores de tránsito aéreo. Como presidente del Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo y controlador de tránsito aéreo, sé de primera mano lo que significa esta responsabilidad. Nuestra labor no se ve, pero es fundamental para la seguridad de todos los que vuelan.

En el corazón de nuestra labor está la gestión del tráfico aéreo, asegurándonos de que cada aeronave mantenga distancias seguras, coordinando despegues y aterrizajes, y respondiendo a emergencias con rapidez y precisión. La seguridad aérea no es un lujo; es una necesidad para todos los que alguna vez han subido a un avión o dependen de la aviación para conectar con otros. Para que podamos seguir cumpliendo con nuestra misión de manera eficiente y segura, es esencial que se reconozca y valore adecuadamente nuestra estratégica tarea.

A medida que avanzan las discusiones para el presupuesto de la nación 2025, es clave que se consideren y aborden las demandas de nuestro gremio, no solo por justicia laboral, sino por la seguridad de todos. Durante tres décadas, los controladores de tránsito aéreo hemos enfrentado un daño previsional significativo, ya que solo se nos ha impuesto sobre el 60% de nuestras remuneraciones. Esto ha generado una merma permanente en nuestros fondos de pensiones, forzándonos a extender nuestras carreras más allá de lo recomendable para evitar enfrentar una drástica reducción en nuestros ingresos al jubilarnos.

Desde el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo hemos estado abogando por una asignación de fiscalización no solo para mejorar nuestras condiciones laborales, sino como una forma de mitigar el impacto del daño previsional y reconocer la importancia de nuestro trabajo. Sin embargo, ante la falta de aceptación de esta justa petición por parte de la Contraloría, hemos decidido sumarnos a la solicitud que están impulsando tres asociaciones de la DGAC para implementar un bono de fiscalización. Este bono, aunque de menor monto que la asignación, representa un paso significativo y necesario para reconocer el trabajo de quienes dedicamos nuestra vida a la seguridad de los cielos chilenos.

Incluir estas demandas en el presupuesto de 2025 es una inversión en la seguridad de todos. Es reconocer que la experiencia y dedicación de los controladores de tránsito aéreo son fundamentales para mantener nuestros cielos seguros. Es garantizar que quienes dedican su vida a proteger a otros puedan retirarse con dignidad y sin preocupaciones financieras. Y, por cierto, es asegurar que cada vuelo en nuestro espacio aéreo se realice bajo los más altos estándares de seguridad, protegiendo la vida y tranquilidad de cada persona que confía en volar para llegar a su destino.

Por otro lado, es fundamental que el presupuesto de la nación para el 2025 considere también los acuerdos comprometidos en octubre de 2023 tras nuestras movilizaciones: Inversiones en infraestructura, tecnología y equipos que refuercen la eficiencia y seguridad del espacio aéreo chileno. Estas medidas no solo benefician a los controladores, sino que también aseguran un entorno seguro y confiable para todos los que dependen del transporte aéreo.

Chile es conocido por la calidad de su espacio aéreo y los altos estándares de seguridad que mantiene. Estos estándares se alcanzan gracias al esfuerzo y dedicación de profesionales que, como los controladores de tránsito aéreo, trabajan incansablemente para asegurar cada vuelo. Apoyar estas iniciativas es apoyar la tranquilidad de saber que, cada vez que un avión despega, hay un equipo de personas altamente calificadas y comprometidas asegurándose de que llegue a salvo.

No se trata solo de mejorar las condiciones de un grupo de trabajadores, sino de fortalecer la seguridad y la confianza en un sistema que beneficia a todos. Reconocer y valorar a quienes garantizan la seguridad en nuestros cielos es, en última instancia, un compromiso con la vida y la tranquilidad de cada persona que confía en volar para llegar a su destino.