2025: Al rescate del patrimonio genético nacional

Iris Lobos Ortega

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Chile es un importante centro de la diversidad biológica en el mundo, tanto por el alto número de especies endémicas, como por la alta diversidad dentro de las mismas especies, por los diferentes ecosistemas del país. De las 4.655 especies de plantas presentes en Chile, las endémicas suman 46%, es decir solo se encuentran en el territorio nacional. Ambas características hacen de Chile un país interesante como fuente de recursos genéticos para el mundo, ya que también es uno de los países más afectados por los efectos del cambio climático, condición que está alterando la biodiversidad de los ecosistemas nacionales.

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), dependiente del Ministerio de Agricultura, es la institución curadora de Chile, a cargo del resguardo y conservación del patrimonio genético de cultivos, flora endémica y microorganismos del país, a través de su Red de Banco de Germoplasma (5 instalaciones a nivel nacional). El gran búnker donde se protegen estos recursos es el Banco Base de Semillas de Vicuña que, según el Informe Mundial sobre Recursos Genéticos de la FAO (1996), esta especie de "Arca de Noé" de Chile es uno de los tres más confiables en términos de conservación, en América Latina y el Caribe.

Es por eso que se hace imprescindible darle la importancia que merece a la conservación para resguardar el patrimonio genético nacional y el rescate de variedades tradicionales de la cocina chilena, que se han ido perdiendo por factores como el cambio climático.

En eso ha estado trabajando el INIA en los últimos tres años: En incrementar la diversidad productiva a través de acciones de resguardo y conservación de variedades tradicionales. En la Región del Ñuble se inauguró en febrero un centro varietal de semillas y se espera crear uno en Coquimbo en 2025, donde se ha realizado un fuerte trabajo en fortalecer a la Agricultura Familiar Campesina (AFC) e indígena. Con esto, se busca que que los pequeños productores puedan multiplicar sus propias semillas y mantener la biodiversidad de cultivos en el campo.

Cabe mencionar que el Gobierno y sus instituciones han iniciado un camino de reparación con las comunidades rurales e indígenas, que por años han sufrido la disminución de semillas de cultivos patrimoniales y no han podido acceder a los recursos genéticos conservados en INIA, ya sea por recursos o políticas de gobiernos anteriores. Este gobierno y administración de INIA busca reparar eso y generar espacios donde la ciencia y el conocimiento ancestral de las culturas convivan en beneficios de las culturas y el patrimonio alimenticio nacional.

Para este 2025, el llamado es a seguir generando apoyo de los diversos actores de la materia y financiamiento necesario para poder seguir llegando a otros lugares de Chile en la importante tarea de resguardar el patrimonio genético nacional.