Eric Schmidt, exCEO de Google, en una clase magistral en la Universidad de Stanford estimó en 5 años el plazo para la aparición de una inteligencia artificial general que iguale o supere a la mente humana en todos los aspectos, que vaya más allá del Chat GPT y que sea capaz de adaptarse más rápido, percibir mejor el entorno, contar mejores historias, ser más creativa y planear para lograr sus objetivos mejor que una persona.
Una visión preocupante, sobre todo si consideramos que uno de los focos actuales de la discusión en el mundo del empleo, y en las organizaciones en general, es el impacto que tendrá la inteligencia artificial en los diferentes sectores productivos y en las personas.
En la actualidad se habla de la IA como si fuese un ente con independencia del ser humano, casi dando por hecho que debemos resignarnos a que las máquinas y algoritmos decidan por nosotros en el futuro.
En medio de esto, es conveniente preguntarnos ¿qué rol cumplirán las personas en el futuro de las organizaciones? ¿Qué pasa cuando mi pregunta no está presente en el robot que me está contestando en el área de "servicio al cliente"? A veces (y probablemente le ha pasado a alguno de ustedes) simplemente cortamos el teléfono y no seguimos adelante con nuestro "reclamo" o "inquietud", lo que en el corto plazo se podría transformar en una manera muy económica para las empresas de resolver los problemas, pero que -a la larga- podría destruir la confianza del cliente en la organización.
Mucho se habla de reconversión laboral, y a todos, en mayor o menor grado, nos genera inquietud que nuestro futuro laboral dependa de la evolución tecnológica que promovemos e incluso indirectamente financiamos mediante el consumo de ciertos productos. Al respecto, se ha señalado que el trabajo intelectual y en particular las habilidades blandas van a ser mucho menos susceptibles de ser reemplazadas por la Inteligencia Artificial, en cambio aquellas tareas que resultan reiterativas y operativas tendrán una tasa de automatización.
¿Estamos seguros de que esto será así? Si hoy integrando ChatGPT al correo podemos responder mensajes de forma automatizada, podemos escribir ensayos a partir de determinadas instrucciones, incluso generar videos e imágenes de alto nivel. Entonces, ¿la actividad intelectual será medida en función de la capacidad de interactuar con estas herramientas y de generar las instrucciones adecuadas?
Existen muchos informes que hablan de sectores o profesiones más susceptibles de ser automatizadas, pero no debemos caer en pánico, todo dependerá de las tareas que estemos llevando a cabo y de la capacidad que tengamos de integrar las herramientas de IA en nuestros trabajos. En este sentido, es más probable que quien nos reemplace sea una persona que logre complementar y hacer más eficiente su labor mediante la IA, a que lo haga un algoritmo.
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