Es una de las comunas con más habitantes de Chile, la segunda después de Puente Alto, superando a Santiago, La Florida y San Bernardo. De estas comunas, llama la atención que La Florida y Maipú no hayan estado afectas a cuarentenas decretadas por el gobierno, aún cuando en los últimos 15 días fueron los territorios sin cuarentena donde más aumentaron los casos de contagio por covid-19.
Según se detalla en los informes epidemiológicos del ministerio de Salud, desde el 6 de abril hasta el último publicado el 20 de abril, los casos de contagio aumentaron de 83 a 312. Lo anterior evidencia un sostenible aumento de los contagios, y que las medidas adoptadas por las autoridades, con especial preocupación por otras comunas, no han tenido un impacto positivo en Maipú.
Desde la Municipalidad, los esfuerzos han sido diversos, y por cierto deben valorarse, sin embargo, la sola revisión de las estadísticas indica que debemos hacer más.
Nuestra comuna es el hogar de trabajadoras y trabajadores, que enfrentan la pandemia con herramientas distintas a otros ciudadanos(as) de Santiago, con medidas de cuidado menores o tal vez inexistentes, son estos maipucinos que salen a trabajar todas las mañanas como si no existiera pandemia, los que sostienen con su trabajo el funcionamiento de muchas empresas y servicios públicos y privados.
Teniendo en consideración esto, no es difícil entender entonces que la lógica o trasfondo por la cual no se declara una medida restrictiva como la cuarentena total en Maipú tiene que ver con una lógica económica y política que no necesariamente pone en el centro a las personas y la vida, sino todo lo contrario, refuerza el modelo económico, político y social vigente, el mismo desenmascarado y condenado a cambiar por el estallido social.
Ahora bien, enfrentarnos a este modelo para salvaguardar la salud y la vida del ser humano, no son temas nuevos para el maipucino(a), es este mismo modelo el que ha sido protagonista de otros sucesos con consecuencias o posibles consecuencias negativas para la salud y la vida de las y los vecinos, como por ejemplo lo ocurrido con el genocidio industrial de la empresa Pizarreño en las villas aledañas a la fábrica de camino a Melipilla, la extracción ilegal de minerales del santuario de la naturaleza quebrada de la plata, la preocupante falta de acceso de agua potable de los habitantes del pueblito de La Farfana, el proyecto del oleoducto Sonacol, y otros, son sólo algunas de las caras del modelo que hemos debido enfrentar como comuna.
Este mismo modelo hoy se hace presente en las medidas que el gobierno central no asume con responsabilidad para los más de 578.000 habitantes de Maipú, y también en algunas medidas tomadas por la administración municipal, que caminan en sentido contrario al uso racional y eficiente de los recursos públicos, privilegiando innecesariamente a los privados en desmedro de las y los vecinos, como la reciente compra de 80 camillas clínicas a un notorio sobreprecio, o la misma situación en la compra de Vitamina C y alcohol gel a un precio mayor que el de mercado, hecho que ya investiga la Contraloría General de la República.
En paralelo, es sabido por denuncias de las y los trabajadores de la salud de Maipú y del Hospital del Carmen que no hay insumos suficientes en los recintos para enfrentar la situación de emergencia por el COVID-19, que no han llegado aún todas las vacunas de influenza para las personas en grupos de riesgo y que nuestra farmacia popular existe aún, pero en el total desamparo.
Es necesario responder a la pandemia desde la mirada contraria al modelo, privilegiando ante cualquier evento la salud y el bienestar de las personas.
Es por este motivo, que como concejalía hemos propuesto a la alcaldesa, entre otras cosas, formar parte de la asociación chilena de farmacias populares, donde todos los municipios que cuenten con farmacia popular pueden comprar camillas clínicas e insumos médicos de emergencia por un precio sustancialmente inferior al de mercado.
Lo anterior, es sin lugar a dudas más conveniente que el convenio que ha generado nuestro municipio con la farmacéutica coludida Salcobrand.
En materia de participación y de mejor toma de decisión en torno a la pandemia, hemos pedido que se convoque un Comité de operaciones de emergencia COE para enfrentar con mayor capacidad técnica y eficiencia las aristas de la emergencia, con especial consideración en la utilización de los recursos públicos y de los grupos humanos que deben mantenerse en la calle trabajando.
Esperamos que la autoridad tenga presente la situación de los vecinos de la histórica “cuna de la patria”, y nosotros tengamos la fuerza y responsabilidad, para hacer frente a la pandemia del COVID-19 y a la enfermedad del modelo.
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