Rol de las municipalidades en tiempos de desastres
Las Municipalidades en Chile están atravesando un momento muy complejo debido a las dificultades sanitarias, que afecta a todo el planeta y que ha desatado una crisis en lo sanitario y una incertidumbre profunda en lo económico, sobrecargando el sistema municipal, que avizora un duro trance financiero que afectará muy fuerte a todo el país.
Como se sabe, en Chile, la mayoría de los territorios sufren el centralismo y la inequidad territorial, lo que produce ciudadanos de primera y segunda clase. Una distinción odiosa, que el Estado central intenta aminorar a través de instrumentos financieros, como el Fondo Común Municipal; recursos sectoriales; fondos regionales, que se trasvasijan del gobierno central.
Sin embargo, hoy estamos viviendo una catástrofe y como todas las catástrofes, no importando de que tipo sean, las primeras respuestas en llegar son locales y de ahí que el sistema municipal está siendo sobrecargado por una alta demanda de recursos para atender las necesidades de nuestros vecinos que requieren urgentes soluciones, acudiendo a la municipalidad porque es el Estado más cercano y porque han creado un vínculo, especialmente un sector de la población, que aún no logra los beneficios de la modernidad.
Frente a esta realidad, donde los municipios son las entidades por la cual los vecinos se conectan con el Estado y presionan por soluciones concretas, las administraciones locales han sido perjudicadas en varios ítem producto de la crisis sanitaria, causando efectos impensados en las arcas municipales y con esto un recorte en los programas sociales que realizan las municipalidades en todo el país. Algunas de las mas graves que nos afectan a muchos.
La baja recaudación en permisos de circulación, debido a la Ley que despachó el Congreso Nacional afectando los ingresos propios, pero a la vez afecta a los municipios más dependientes del Fondo Común Municipal (FCM); de los 345 municipios del país, por lo menos 300 se verán gravemente perjudicados.
Por otro lado, está el impuesto territorial o contribuciones. Este año, los contribuyentes tendrán facilidades, porque podrán convenir pagar la primera cuota en las tres siguientes. Esto implica retrasar ingresos que representan casi el 60% del FCM.
Los derechos de aseo, que no se recauden en la primera cuota del impuesto territorial, quedarán para pagos posteriores.
Los casinos, que han dejado de funcionar, no podrán hacer los aportes a los municipios, afectando sus ingresos.
La prórroga en vigencia de la licencias de conducir, implican ingresos que las municipalidades dejarán de percibir.
Todas estas facilidades para los contribuyentes, y que bueno y necesario que así sea, no han sido traspasadas a los municipios. Situación de preocupación, ya que con estos recursos las municipalidades desarrollan sus programas sociales que van en directo apoyo a los vecinos de cada comuna, siendo primordial en estos días contar con ingresos para bajar a la comunidad ayudas sociales anexas a las que entrega el Estado.
Los gastos que realizan los municipios por la pandemia del COVID-19 son considerables y crecientes, entre otros citamos la sanitización de calles, compras de cajas de mercaderías, compra de insumos y reforzamiento de personal de salud, entre otros.
En este incierto panorama, las autoridades locales en innumerables oportunidades han señalado la necesidad de generar los recursos financieros necesarios para afrontar la crisis sanitaria, pero por sobre todo, mirar el futuro de nuestro país, donde muchos de nuestros vecinos se verán afectados seriamente en sus finanzas, presionando a las municipalidades por programas de empleo y otros instrumentos que ayuden a mejorar lo que quede después de ésta pandemia.
Urge entonces, la apremiante necesidad que las Municipalidades sean convocadas por el Gobierno para tratar en una Mesa Técnica la inyección de recursos a los Municipios y buscar una solución, que de no prosperar sin duda afectará a los vecinos y vecinas de cada territorio.
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