La comunidad artística nacional siente una enorme tristeza por la partida del más influyente intérprete vocal de música popular nacido en Chile, de todos los tiempos. Lucho Gatica, quien desarrolló la mayor parte de su vida artística en México, falleció esta semana a los 90 años de vida.
El género musical que lo distinguió mayormente fue el bolero, pero también incursionó en una variedad de otros estilos, como la balada, las zambas argentinas, tonadas chilenas, valses, tangos, cuplés y/o pasodobles. De igual modo hizo carrera en el cine y la televisión. El 2008 le fue concedido el honor de una estrella con su nombre en el Paseo de la fama de Hollywood.
Su exitosa carrera durante las décadas de los 50 y 60 es difícil de dimensionar hoy día, por cuanto ésta se desarrolló en un período de grandes compañías disqueras que aseguraban una intensa difusión radial a nivel planetario prácticamente.
Durante esas dos décadas era muy extraño viajar por cualquier país de habla hispana donde no se escuchara la voz de nuestro compatriota o ver su imagen en portadas de revistas de espectáculo. Así se le recuerda en México, Centroamérica y España, principalmente, como una legítima estrella de la canción popular.
Nacido en Rancagua, desde temprana edad supo que lo suyo era la música. Grabó 13 discos de estudio y participó en 15 películas.
Boleros como Historia de un amor, El reloj, Contigo en la distancia o La barca, se escucharán por siempre con la aterciopelada voz y original interpretación de Gatica, ya que con esos elementos logró revolucionar el género e internacionalizarlo.
Ya en el año 1957, y tras una intensa gira por Iberoamérica, decidió radicarse en México, donde se casó con la famosa actriz portoriqueña Mapita Cortés (quien había sido Miss Puerto Rico).
Allí residió hasta el final de sus días. Muchas son las leyendas que giran en torno este gran artista nacional, que indiscutiblemente quedará ligado para siempre a la historia de la música popular del mundo.
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