En estos días se celebran los 80 años de la creación de España en el corazón, el épico poemario de Pablo Neruda sobre los desgarros y miserias de la Guerra Civil Española (1936-1939). Nació en medio de ese infierno y se publicó por primera vez en Chile en 1937 y el mundo lo conoció a través nuestro.
Uno de sus capítulos más conocidos es aquel subtitulado “Explico algunas cosas”, que entre sus versos dice:
“Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras salían de la tierra
devorando seres, y desde entonces fuego, pólvora
desde entonces, y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños...”
Y termina con estas estremecedoras imágenes.
“¡Venid a ver la sangre por las calles,
Venid a ver la sangre por las calles,
Venid a ver la sangre por las calles!”
En España esta épica en versos estuvo proscrita durante la dictadura del general Francisco Franco, largos 40 años que siguieron al golpe de Estado cruento con que entre 1936 y 1939 se derrocó a la República progresista elegida democráticamente. El poeta reconoció que esta experiencia que vivió en España fue fundamental en su vida y abrió la puerta a su poesía combatiente.
Pese al Premio Nobel, su obra completa fue prohibida en ese país. Se hicieron algunas ediciones clandestinas que solo circularon en las sombras hasta la muerte del dictador, en noviembre de 1975. Por eso, España en el corazón siempre tuvo mayor impacto en Chile y en otras naciones de habla hispana que en la tierra que la inspiró.
¿Cómo fue que esta joya histórica emergió en la vida literaria en Santiago de Chile?
Lo aprendí de Mario Amorós, escritor y periodista español, doctor en Historia, en un coloquio en el Centro Cultural de España donde hace unos días se conmemoraron los 80 años de su creación, con la presencia del Embajador de España. Lo acompañaban desde la audiencia, con activa participación en el diálogo posterior, honorables nerudianos: el profesor Hernán Loyola, el sobrino Bernardo Reyes, el coleccionista Nurieldin Hermosilla y el diplomático Abraham Quezada,.
Pablo Neruda era cónsul en la embajada de Chile en Madrid cuando estalló la guerra y por haber hecho pública su simpatía con el derrocado gobierno republicano, debió salir del país, al que no pudo volver más. Fue el inicio de su vida como activista de causas nobles, como la justicia social y el respeto a la democracia, que comenzó cuando los soldados de Franco asesinaron a su amigo, el poeta Federico García Lorca.
España en el corazón forma parte de una obra más extensa, “Residencia en la Tierra”. La escribió remecido por la violencia del ataque fascista el mismo primer año del conflicto armado. Lo continuó en París y “en el mar” en 1937 cuando navegaba desde Francia para volver a Chile.
A miles de kilómetros de distancia, en nuestro país, supieron aquilatarla cuando aún estallaban bombas y se perdían vidas en esa guerra que dividió a los españoles en bandos irreconciliables y con ellos al mundo entero. Porque los republicanos tuvieron el apoyo de la Unión Soviética contra el eje fascista Alemania-Italia que sostuvo a Franco, pero no lograron el necesario de las potencias occidentales.
La publicó Ediciones Ercilla en Santiago, en 1937 y posteriormente tuvo nuevas ediciones en 1938. De ésta me honro en tener un ejemplar.
Por un azar de la vida, entre los libros usados que compré hace décadas a un particular necesitado, seleccioné por tincada un ejemplar de esta primera edición: “España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra” por Pablo Neruda, Ediciones Ercilla, Santiago1938. En ese momento no sabía que había adquirido un tesoro literario.
En España, este libro fue clandestino siempre. En 1938, un año después de su primera edición chilena, Ediciones del Ejército del Este lo reimprimió en la Abadía de Montserrat, distribuyéndose entre las autoridades legítimas. Cuando las fuerzas franquistas ocuparon el Monasterio a comienzos de 1939 destruyeron la segunda tirada que se preparaba.
Hay un ejemplar de esta primera edición española en la colección sobre Neruda en la Casa Central de la Universidad de Chile, otro en la biblioteca de la Universidad de Barcelona y otro en la Biblioteca del Congreso en Washington, considerada entre los “libros raros”.
Han pasado ocho décadas y en este aniversario son muchas las emociones que despiertan esos versos de “España en el corazón” que cito al inicio de esta columna. Junto con “Canto a las madres de los milicianos muertos” del mismo libro, son considerados como el inicio de su poesía militante. Y Chile tiene el orgullo de haberlo dado a conocer al mundo.
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