Ofrendas de fe
Los Agustinos fueron quienes introdujeron a Chile la devoción a la Virgen del Carmen, desde su llegada -en 1595- a la ciudad de Concepción, lugar donde también se fundó la primera cofradía del Carmen en 1648, aunque hay antecedentes que señalan que ya existía una pequeña ermita dedicada a esta advocación mariana con anterioridad, en el poblado de La Tirana.
En nuestro país, como en toda Latinoamérica, las imágenes religiosas se extendieron como una poderosa herramienta de evangelización, primero a través de figuras traídas por los hispanos, pero luego por medio de imagenería creada localmente bajo el tutelaje de órdenes religiosas. Obras que fueron adquiriendo de manera paulatina características técnicas y simbólicas propias de la creatividad y cosmovisión de los artistas que les dieron vida.
La figura de la Virgen María aparece de manera extensa en la obra de artesanas y artesanos. La Colección de Artesanía, que como Programa de Artesanía UC resguardamos, da cuenta de esta diversidad. Así como la Muestra Internacional de Artesanía, que organiza la Universidad Católica, liga parte de su historia a la Virgen del Carmen, cuyo día celebra la Iglesia Católica este 16 de julio.
La primera Feria de Artesanía que organizó la UC congregó a 60 artesanos que se trasladaron al Parque Bustamante de Santiago a vender sus creaciones. La invitación también les convocaba a traer una obra de regalo a la Virgen del Carmen, para entregarla en el marco de la consagración del Templo Nacional de Maipú, el 23 de noviembre de 1974.
"(...) Véngase a Santiago y traiga una ofrenda a la Virgen. (...) En la semana siguiente tendrá la ocasión de participar en una Feria donde -creemos- podrá vender algunas de sus obras. La Universidad organiza el alojamiento, la comida y el transporte. Usted es un invitado de honor a esta fiesta. ¡Venga a Maipú!"
Alicia Cáceres junto a su esposo, Juan Reyes, acogieron la invitación a esa feria y acudieron a la cita con la Virgen. "Esta consagración se hizo en medio de las ruinas. Ahí se puso el cardenal (Raúl Silva Henríquez), y ahí llegamos con las ofrendas y después fue la misa", recuerda. Posteriormente, participarían en la Primera Feria de Artesanía Tradicional, como se llamó el encuentro en su inicio.
Desde esa primera experiencia, la Muestra de Artesanía UC se ha realizado ininterrumpidamente y este año llegará a su versión número 50. Y aunque el evento logró sobrevivir a la pandemia -llevándose a cabo de manera virtual en 2020 e híbrida en 2021- la tradición de acudir al Santuario de Maipú a dejar regalos a la Virgen del Carmen debió interrumpirse, cuando la situación sanitaria restringió la reunión masiva de personas.
Hace algunos años, un proyecto de investigación realizado por el Programa de Artesanía -organizadores de la muestra- nos permitió indagar en las obras de artesanía donadas por artesanos y guardadas, por más de cuatro décadas, en la Galería de la Virgen del Santuario.
Entre las piezas de la galería estaba la imagen Virgen con Niño realizada, en cobre y bronce, por el artesano Juan Reyes para la Consagración del Templo en 1974. Alicia Cáceres recuerda que su esposo la creó especialmente para la ocasión y que la entregaron como ofrenda en compañía de su hijo y el padre de Alicia, quien pese a ser ateo fue a agradecer por su reciente liberación de una detención política por parte de la dictadura.
Virgen con el Niño es una de las piezas que permite reconstruir de manera clara la relación de los artesanos participantes en la Muestra de Artesanía UC con las ofrendas artesanales presentes en la Galería de la Virgen, tanto por el registro existente, como por los testimonios de sus autores.
En la obra "ambos rostros están repujados a mano en cobre; el manto de la Virgen se hizo en bronce texturado, con flecos de alambre de bronce y fue adornado de turquesas y lapislázuli; mientras que el Niño está revestido con un poncho de alpaca con flecos de cobre, adornado de malaquitas", explica Alicia.
En madera, metal, cerámica, textil, cestería, cacho, cuero y una infinidad de materias prima, artesanas y artesanos siguen creando imágenes de la Virgen en variadas advocaciones sin que necesariamente se especialicen en arte religioso. Laboriosamente tallan, bordan, repujan o modelan figuras que estarán presentes en espacios de culto, o se instalarán en lugares que son parte de la vida cotidiana de las personas, y a veces, como parte de una íntima devoción, serán ofrendas de fe.
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