De un espíritu inquieto, amigo de sus amigos, estudioso de la cultura popular chilena, gran caballero, escritor prolífico y multifacético; con un legado que permanece intacto hasta la actualidad. Me refiero a Oreste Plath (1907-1996), seudónimo de César Octavio Müller Leiva, cuyo aniversario de muerte se recuerda este 24 de julio.
La vigencia de los libros del escritor sigue siendo sorprendente en la actualidad, con una demanda constante por parte del público. Su obra es ampliamente citada en textos escolares, en la academia y en los medios de comunicación.
Sobre su labor, él mismo reflexionaba. "Siempre lo he dicho: por sobre todo, soy un investigador y tengo que ceñirme a lo que veo, a lo que dicen. Yo soy una máquina fotográfica. A esta literalidad la llamo 'santidad de texto'. No hay literatura en esto. Jamás he sido un escritor estilista, yo trabajo con lo procaz, con el disparate, cosas que a usted pueden parecerle groseras, pero no lo son".
Oreste se autodenominaba folclorólogo, es decir, un experto en folclor y sus tradiciones, y no como folclorista, término erróneamente utilizado por algunos para describirlo. El enfoque en su labor etnográfica y de investigación en terreno le permitió conectarse en su dimensión humana con las personas que estudiaba. Esta cercanía se vio reflejada en sus escritos, que se caracterizan por un estilo sencillo, pero altamente académico.
Los textos del folclorólogo son atractivos y comprensibles para una amplia audiencia. Sus obras están repletas de información sustancial sobre la cultura popular, lo que enriquece aún más la experiencia de los lectores.
Dentro del vasto repertorio de obras de este autor, destacan ensayos, cuentos, poemas y una amplia variedad de colaboraciones en medios de comunicación. Entre sus publicaciones más reconocidas se encuentran "El Santiago que se fue. Apuntes de la memoria", "Geografía del mito y la leyenda chilenos", "Folclor chileno", "Los juegos en Chile. Aproximación histórica-folclórica", "L'animita. Hagiografía folclórica", "Folclor del carbón en la zona de Lota", "Folclor lingüístico chileno", "Folclor médico chileno" y "Lenguaje de los pájaros chilenos".
Respecto a la amplia difusión que tiene la obra de Oreste Plath en la actualidad, merece una mención especial su hija Karen Plath Müller Turina, cuya contribución por mantener el legado de su padre es innegable. Ella hace un tejido invisible de relaciones con el entorno para mantener vivos los escritos de Oreste.
La influencia del folclorólogo se ha plasmado en diversos reconocimientos. Es así como una población, en Cerrillos, lleva su nombre. Por su parte, la Academia Chilena de la Lengua estableció hace algunos años el premio "Oreste Plath", resaltando de esta manera su relevancia en la cultura chilena. La Universidad de Talca realiza interesantes seminarios, bajo del nombre "Cátedra Hispanoamericana Oreste Plath".
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