Nueva institucionalidad del deporte adaptado y paralímpico

Jaime Pilowsky Greene

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El 2016 fue un año de importantes avances en inclusión, específicamente en materia paralímpica, modalidad deportiva en la que Chile contó con una delegación histórica en los Juegos Paralímpicos desarrollados en Río de Janeiro. En esta competición estuvieron presentes 16 deportistas nacionales, 9 más que en los pasados juegos de Londres 2012. Definitivamente, el hito más importante en materia de políticas públicas del año, fue la promulgación del proyecto de Ley de Deporte Adaptado, que llega a actualizar la Ley del Deporte, legislación en la cual las personas en situación de  discapacidad casi no estaban consideradas. Pero la publicación de la Ley es un primer paso, lo interesante es cómo, a partir de una nueva legislación, nos planteamos desafíos para los años venideros.

En este proyecto, aprobado por unanimidad en ambas cámaras, se consagran principios que permiten establecer la responsabilidad del Estado en promover, proveer y hacer efectivo el acceso a oferta deportiva existente en el sector público y privado, permitiendo así mejores y más eficientes mecanismos de aprovechamiento de los recursos disponibles por el Estado y por aquellas entidades que buscan el ideal paralímpico

Algunos de los principios que se establecen en el proyecto de ley son: vida independiente, accesibilidad universal, diseño universal, intersectorialidad y participación y diálogo social. Estos conceptos buscan influir en la sociedad civil de modo de fomentar la práctica de actividad física y el deporte en las personas que tienen algún grado de discapacidad (que en Chile llegan a casi los dos millones de personas), y que pueden encontrar en estas una fuente tanto de estímulo como de desarrollo personal y una posibilidad para mejorar su  calidad.

En esa misma línea, ahora se incorpora expresamente al Comité Paralímpico, situando con ello a Chile en el concierto mundial donde 160 países han reconocido a comités nacionales paralímpicos, los cuales integran el Comité Paralímpico Internacional. Esta norma viene a dar cumplimiento al programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y permite crear una institucionalidad paralímpica a la par del COCH, lo que beneficiará directamente a más de 600 deportistas que hoy se desempeñan en 15 disciplinas deportivas y a muchos otros que se incorporarán, dando un salto cualitativo y cuantitativo.

Estas medidas traen consigo un trabajo interministerial a mediano y largo plazo que se debe realizar con responsabilidad otorgando continuidad en los procesos.

La primera misión para el 2017 es la adaptación del Comité Paralímpico a su nuevo marco legal (hoy es una confederación deportiva) y fortalecer las federaciones deportivas de deportes adaptados.

Esto va a significar seguir avanzando en la obtención de mayores recursos para el sector (el año 2016 el IND realizó un aporte cercano a los 850 millones y para 2017 se avanzó a una cifra sobre los 924 millones), lo que posteriormente debiera derivar, en la inyección de recursos para las distintas federaciones del deporte paralímpico.

Asimismo, las federaciones deportivas deberán adaptar sus reglamentos para regular y permitir la práctica inclusiva del deporte y promover la organización de competencias de deporte adaptado o inclusivo en todas las categorías.

Por su parte, el IND y las autoridades paralímpicas deberán avanzar en incluir esta modalidad en los distintos programas que considera en la actualidad el Instituto Nacional del Deporte, que con Juan Carlos Cabezas, pareciera que está encontrando el rumbo extraviado en los últimos años, para finalizar en la adecuación de infraestructura para los deportistas.

Esperamos que los apoyos técnicos también se puedan multiplicar a lo largo del país y se desarrollen programas de captación de talentos en distintas regiones que puedan significar el seguir potenciando una actividad fundamental para la inclusión social y cultural que todos esperamos.

Desde la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, estamos satisfechos en haber sido promotores de este proyecto y esperamos seguir aportando para que, lo que era hace algunos años el “sueño paralímpico”, pueda convertirse en una realidad  y un ejemplo de integración para la región.