Cultura como motor de cambio
“También existimos” fue lo que me dijo una de las mujeres que se encuentra interna en el Centro de Detención Femenino de San Miguel (CPF), luego de recibir en sus manos el libro “Cartas a mis hijos”, que recoge el resultado del taller de teatro en el que participó.
Una frase tan fuerte como profunda, que ayuda aunque sea solo a imaginar, lo que significa vivir sin libertad. Ellas saben que tomaron malas decisiones, que se equivocaron y se arrepienten, pero eso no les impide dimensionar el significado de la palabra esperanza, lo que las mantiene en pie.
El invierno pasado, 19 internas del CPF San Miguel fueron parte de un taller a cargo de la Fundación Aracataca, que a través del teatro y la creación literaria, buscaba reconectarlas con sus hijas e hijos.
La vida en la cárcel puede ser brutal por múltiples razones, pero la más poderosa que a ellas les ha tocado, es que deben convivir con el dolor de estar separadas de ellos, sin abrazarlos o compartir su cotidianeidad o sus logros.
Y la espera siempre se extiende más allá de lo que imaginan. Pero en este duro y brutal intertanto, la cultura puede ser un puente. Y con ello me refiero a tener la opción de expresarse, escribir, leer y traspasar - por medio de estas experiencias y tantas otras - el día a día. Porque la cultura nos permite respirar más profundamente y sentir que tenemos la capacidad de alimentar nuestro interior.
Cuando conmemoramos un nuevo Día de la Mujer, dando pasos relevantes en el camino de la igualdad de derechos, se me vienen a la cabeza sus relatos, llenos de dignidad y fuerza para seguir adelante.
Como ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio tenemos el deber de hacer un esfuerzo especial para que todas y todos puedan ejercer su derecho a la cultura, especialmente quienes no han podido acceder a lo largo de su vida a expresiones artísticas y culturales.
Por eso este año llegaremos con bibliotecas a cerca del 90 % de las cárceles del país y seguiremos trabajando en otras intervenciones artísticas, literarias o transmisiones de espectáculos.
Creemos firmemente en el poder liberador de estas experiencias y así como estas 19 mujeres han aprendido de este proceso, también lo hemos hecho quienes hemos tenido la posibilidad de conocer sus historias de vida, sus alegrías, fracturas, dolores y esperanzas.
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