Poco se sabe del renio (Re), un mineral del que Chile es el principal productor del mundo y uno de los países que tiene las mayores reservas mundiales, al igual que Estados Unidos, Rusia, Kazajistán y Armenia. El renio es un elemento químico de número atómico 75, ubicado en el grupo 7 de la tabla periódica. Es un metal de transición, pesado, blanco y brillante, con propiedades únicas que lo hacen valioso para diversas aplicaciones industriales.
Por ello es impresentable que en Chile, siendo el primer productor de renio del mundo, no se sepa la importancia y el desarrollo que conlleva, pues no existe una política pública para fomentar la investigación científica y tecnológica de mejorar la recuperación del Re.
El renio se encuentra en pequeñas cantidades en la naturaleza, principalmente en minerales de cobre y molibdeno; y algunas de sus fuentes naturales más comunes son:
En tanto, dentro de algunas aplicaciones del renio se encuentran las siguientes:
El renio es un metal refractario obtenido principalmente de los residuos de la industria del cobre y del molibdeno. Su recuperación se realiza mediante procesos metalúrgicos y químicos, tales como:
Pero también la recuperación de renio también se puede realizar mediante los siguientes procesos: Reciclaje de materiales de desecho, procesamiento de cenizas volantes, y tratamiento de aguas residuales industriales.
El precio actual del renio fluctúa entre US$2.500 y US$3.000 por kilogramo, lo que lo convierte en uno de los metales más valiosos del mundo, superando incluso el valor del cobre por más de 300 veces. Este precio se debe a su alta demanda en las industrias aeroespacial, nuclear y petroquímica, donde se aprovechan sus propiedades de resistencia a altas temperaturas y dureza.
Se vende generalmente en forma de productos intermedios, como:
Según un estudio de Cochilco, el principal productor de renio primario del mundo es Chile (50% aproximadamente), seguido por Estados Unidos y Polonia (16% cada uno, aprox.). Hay que señalar que la producción primaria no necesariamente se asocia a minas ubicadas en los países productores, sino que dependerá de la ubicación de la capacidad instalada para el tratamiento de la molibdenita.
El análisis, que data del año 2016, señala que "la producción anual de renio primario es del orden de los 50.000 kg, mientras que el reciclaje alcanza los 10.000 kg. El renio se transa en su mayoría en contratos de largo plazo (de 5 a 10 años) entre el productor y el comprador".
De acuerdo a Strategic Metals Invest, el precio actual (al 30 de septiembre de 2024) del renio es US$ 2,489.00 por kg. A este precio el renio ha variado +24,76% desde principios de 2024 y ha subido 54,92% desde el año pasado. Además, este metal estratégico ha subido 77,15% en comparación con su precio de 1.405 dólares por kg del 1 de enero de 2021. Desde el 1 de enero de 2020, el cambio de precio es de 45,43%. Si nos remontamos más atrás, al 1 de enero de 2018, cuando el costo del renio era de 2.118,90 dólares por kg, entonces el cambio es del 17,47%.
No es menor la importancia que tiene para usos como aditivos, para la elaboración de superaleaciones de níquel para la fabricación de motores en la industria aeronáutica y para catálisis en refinerías de petróleo. Posee una alta dureza, elevados puntos de fusión y ebullición, muy buena resistencia al calor, es un buen conductor de electricidad, tiene alto coeficiente de elasticidad y alta resistencia a la fluencia.
Si bien hay varias compañías mineras que lo producen, como Codelco a través de su planta Molyb, en Andina y El Teniente; Minera Escondida que tiene los mejores índices de contenido en sus depósitos, Collahuasi y Molymet; debemos aclarar que el renio es un subproducto del proceso de tostación de la molibdenita, claramente relacionado con la producción de cobre.
Sin embargo, también sabemos que más que olvidado en algunos casos sale escondido en el concentrado de cobre, sin que el comprador pague por él. Es decir, Chile regala su molibdeno y otros ricos minerales contenidos en la exportación de sus concentrados de cobre. Es un tema complejo y por el que se ha indicado que los compradores no tienen la capacidad de procesarlo, por ende, no se les cobra; pero considero importante que se haga una nueva revisión de los minerales que hoy son considerados críticos o de importancia para el mundo; y que se cobre por ello, ya que eso significa más divisas para las empresas y por ende para el país.
Es un tema-país, del cual tanto productores como autoridades deben hacerse cargo. Si miramos los usos, si analizamos el mundo en el que estamos viviendo; donde incluso hablamos ya de minería espacial, de mejorar la eficiencia energética, de reducir emisiones y contaminación; de avances en tecnologías médicas y fortalecer la seguridad y defensa; áreas en la que el renio es fundamental, entonces ya es tiempo de ponernos serios y legislar las trazas y minerales que van contenidos en los concentrados que se exportan a potencias que tienen la tecnología para su recuperación. ¿Y si compramos esa tecnología??
Espero que el renio no quede prisionero como nuestro litio que ha perdido la oportunidad de hacer crecer al país por declararlo de manera un mineral estratégico que para temas nucleares no lo es.
"Incluso una decisión correcta es incorrecta cuando se toma demasiado tarde", Lee Lacocca
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