Por razones culturales que ha sido difícil remover, en Chile y América Latina los cuidados domiciliarios los realizan mayoritariamente las mujeres, una gran parte de ellas sin recibir una remuneración a cambio y dedicando extensas jornadas a esa labor. Esto tiene efectos muy regresivos ya que limita sus posibilidades de acceso al mercado del trabajo y su autonomía económica.
Por otro lado, los hogares vulnerables son los que resultan más perjudicados cuando deben destinar un integrante del hogar a cuidar un adulto mayor dependiente, una persona en situación de discapacidad con dependencia o algún niño o niña. El potencial salario que el hogar deja de percibir tiene un fuerte impacto sobre el bienestar económico de esas familias.
Atendida esa realidad, nuestro gobierno ha impulsado la creación de un Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados -Chile Cuida- que permitirá transitar desde el sistema de cuidados actual, que descansa fundamentalmente en las familias, hacia uno de corresponsabilidad social de los cuidados, que involucre a los hogares, las comunidades y el Estado. Construimos sobre lo avanzado con los programas Chile Solidario y Chile Crece Contigo y el horizonte estratégico es erigir los cuidados como un cuarto pilar de la protección social, junto a la salud, las pensiones y la educación.
El Ministerio del Trabajo y Previsión Social ha puesto sus capacidades al servicio de ese esfuerzo intersectorial. En primer lugar, ChileValora está expandiendo el foco que ha desarrollado desde hace casi una década a través del Organismo Sectorial de Competencias Laborales de Asistencia Social. Los esfuerzos se orientan a la profesionalización y estandarización del sector de cuidados, lo que favorece la empleabilidad y la formalización y, por cierto, va también en beneficio directo de quienes reciben los cuidados.
En segundo lugar, Sence implementó una Línea Sectorial de Cuidados que entrega capacitaciones para profesionalizar el rol de cuidador o cuidadora. Este año dicha línea se implementó bajo la modalidad piloto en cinco regiones y el próximo año escalará a nivel nacional. El servicio también apoya a los Centros Comunitarios de Cuidados, piezas clave del nuevo sistema, donde proporciona orientación laboral y capacitación a personas cuidadoras.
Cabe destacar que, en agosto de 2025, con nuestro ministerio jugando el rol de coorganizador, Chile será el anfitrión de la 47ª Reunión de la Comisión Técnica de OIT/Cinterfor, evento que congregará a más de 60 instituciones de Iberoamérica y el Caribe dedicadas a la formación para el trabajo, junto a representantes de trabajadores, empleadores, gobiernos y organismos internacionales. El tema central será la formación para el futuro del trabajo con diálogo social y, como es de rigor, se prevé un foco sobre el desafío de inclusión de los colectivos que presentan mayores dificultades, en particular las mujeres.
Nos asiste la convicción de que cerrar las brechas en el mercado laboral que afectan a las mujeres requiere un abordaje integral, donde deben complementarse el fortalecimiento de la institucionalidad para los cuidados con políticas activas de empleo. En ese marco, resulta clave una formación profesional adaptada a la transición tecnológica acelerada que están experimentando la economía y la sociedad, así como a las oportunidades que ofrecen los sectores emergentes producto del cambio en la matriz energética. Las mujeres pueden y deben ser protagonistas del futuro del trabajo.
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