La casa ordenada: responsabilidad económica para el bienestar de Chile

Gobernar es, ante todo, un ejercicio de responsabilidad con el bienestar presente y futuro de las personas. Al cierre de este mandato, podemos decir con convicción, y respaldo en los datos, que Chile hoy está mejor de cómo lo recibimos. Recibimos una economía sobrecalentada, con una inflación que castigaba el bolsillo de las familias y bajas perspectivas de crecimiento. Ante ese escenario, algunos apostaron al pesimismo; sin embargo, con una gestión seria, logramos estabilizar los indicadores y volver a crecer, aumentar las inversiones y disminuir la inflación.

Las cifras son contundentes, aunque a veces se intente opacar con ruidos de campaña o desinformación. Pasamos de un peak inflacionario de 14,1% en 2022 a 3,4% en noviembre de 2025. Esta no es sólo una cifra: es el fin de un impuesto invisible que golpeaba a los más vulnerables. Lo logramos reduciendo el gasto fiscal cuando fue necesario y apoyando la gestión autónoma del Banco Central, demostrando que la responsabilidad fiscal es el piso mínimo para cualquier transformación social.

Nos dijeron que el crecimiento sería imposible bajo nuestra administración. No obstante, en 2024 crecimos 2,6% y para este año el Banco Central prevé 2,4%. Más importante aún: estamos creciendo por sobre las proyecciones. Esto no ha sido fruto del azar, sino consecuencia directa de haber controlado la inflación y generado los incentivos correctos para reactivar la inversión. La estabilidad de precios ha devuelto la certeza necesaria para emprender, desmintiendo los pronósticos catastrofistas. Un ejemplo claro de esta confianza es lo ocurrido con el royalty minero: se auguraron fugas de capitales que nunca llegaron; por el contrario, al entregar reglas claras, la inversión minera proyectada al 2027 se triplicó, permitiendo además que este 2025 se distribuyan más de 218 mil millones de pesos a 308 comunas de Chile.

La confianza en nuestro país se traduce en cifras históricas de Inversión Extranjera Directa. En 2024, InvestChile alcanzó un récord de US$56.234 millones, 68% más que el año anterior, liderado por industrias del futuro como el hidrógeno verde. Además, nuestras exportaciones superaron por primera vez la barrera de los US$100 mil millones. Esto es Chile conectándose al mundo y diversificando su matriz desde las regiones.

En el ámbito social, los resultados en empleo son claros: hemos creado más de 600 mil puestos de trabajo desde el inicio del gobierno. Pero no cualquier empleo: la informalidad laboral ha caído del 27,8% al 26,2%. Hemos demostrado que es posible avanzar en derechos, como las 40 horas o el salario mínimo, manteniendo la gobernabilidad económica a través de acuerdos amplios con trabajadores y el sector público.

Como Gobierno del Presidente Gabriel Boric, entregamos una economía saludable, con instituciones democráticas sólidas y un camino trazado hacia el crecimiento sostenible. La próxima administración recibirá una casa ordenada y con cimientos mucho más firmes de los que encontramos. Ese es nuestro mayor orgullo: haber transformado las dudas en certezas y las crisis en oportunidades para el desarrollo de cada rincón de nuestra patria.

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