La imagen de Chile se asocia a menudo con una economía extractivista, basada en la minería, agricultura y acuicultura. Por eso resulta estimulante la noticia del mayor y más moderno rompehielos construido en Chile y Sudamérica, el "Almirante Viel", fabricado por la empresa estatal Asmar.
El 3 de julio, en la Base Naval de Talcahuano, Asmar entregó oficialmente el navío a la Armada de Chile. Este buque científico navegará en la Antártida, equipado con tecnología avanzada para operar en condiciones extremas, rompiendo hasta un metro de hielo y soportando temperaturas de -30°C.
Iniciada en 2014, la construcción del "Almirante Viel" representa una apuesta visionaria que ha trascendido varios gobiernos, demostrando una política de Estado a largo plazo. En la ceremonia, encabezada por el Presidente Boric, se destacó que esta embarcación simboliza el desarrollo tecnológico y la presencia geopolítica de Chile en la Antártida, un continente dedicado a la paz y la investigación científica según el Tratado Antártico de 1959.
Este proyecto naval permitirá tareas logísticas, rescates, investigación y reabastecimiento de bases científicas en la Antártida. El rompehielos mide 111 metros de longitud, tiene una carga de 10.500 toneladas, autonomía de 60 días, alcance de 14.000 millas náuticas y capacidad para 84 tripulantes y 34 científicos, además de laboratorios, hospital, helipuerto y sensores acústicos.
La puesta en marcha del "Almirante Viel" y la Política Nacional de Construcción Naval anunciada por el Presidente Boric son grandes noticias para el país. La construcción naval es vital para la economía chilena, fomentando el comercio marítimo, la conectividad global, el empleo y la producción interna de materiales y servicios.
El "Almirante Viel" generó 600 empleos directos y usó 52% de materiales nacionales, posicionando a Chile en el escenario internacional de la investigación antártica y del cambio climático. Las tres industrias de defensa chilenas cuentan con un Manual de Buenas Prácticas de Gobernanza Corporativa, que sigue recomendaciones de la OCDE y el SEP, subrayando su papel clave en la sostenibilidad logística de las Fuerzas Armadas y la contribución a la investigación y desarrollo de tecnología de uso dual.
El rompehielos es un ejemplo de esta tecnología dual. Los astilleros de Asmar son reconocidos internacionalmente por su calidad en el mantenimiento y reparación de buques, Enaer por su prestigio en el mantenimiento de aeronaves y Famae por sus soluciones en ingeniería para la industria metalmecánica y minera.
Fortalecer esta industria es crucial, no solo en sus gobiernos corporativos y autonomía, sino también en sus procesos productivos, fomentando la innovación y transferencia tecnológica a través de la colaboración público-privada. Chile tiene la capacidad técnica y humana para ejecutar mega proyectos como el rompehielos Viel. La Armada de Chile impulsa un Plan Nacional Continuo de Construcción Naval.
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