Un café en la Cumbre

A una cuadra de la plaza, apenas a dos de la costanera, hago una brevísima pausa después de tres intensas jornadas. El día está despejado, luminoso, el sol entibia suavemente a mediodía. Los volcanes Calbuco y Osorno se ven majestuosos. Hay una transparencia en la luz, una pureza en el aire que vuela por las calles, que parece quitar el aliento.

Pido un café, en diez minutos debo estar de regreso en el Centro de Prensa. El lago parece un espejo. La señora que me atiende, trae el café y lo pone sobre la mesa con una galleta de miel al tiempo que me pregunta si soy de Puerto Varas. Le agradezco y respondo que no, aunque me encantaría. Me identifico y le cuento de la Cumbre Alianza del Pacífico.

Usted no imagina, me dice, lo importante que es para nosotros que la Cumbre se haga aquí. La expresión de su rostro es de orgullo, de alegría por tanta visita ilustre que recorre sus calles. No imagina lo impresionante de las estadísticas: siete presidentes, 25 ministros, 720 empresarios, 200 periodistas se han reunido en Puerto Varas y han puesto al sur de Chile en la mirada de millones de personas en América y el mundo.

Me comenta, “nos hace bien a todos, ¿no le parece?" Claro que me parece. Traer la Cumbre a la Región de Los Lagos habla de convicción y de compromiso, de descentralización, y su entusiasmo es un premio al esfuerzo de haber hecho un evento como este fuera de Santiago.

La señora del café me cuenta que le compran de Colombia y también de Perú; que la integración le hace bien a las Pymes, a los productores, a los artesanos, que hay tantos proyectos… Y mis diez minutos han volado, tengo que regresar. Nos despedimos, me regala una sonrisa y camino pensando que esta señora representa a millones de ciudadanos, no solo en Puerto Varas y en Chile, sino en México, en Perú, en Colombia, en el Asia Pacífico.

Y entonces vuelvo a pensar en los objetivos de la Alianza: libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas; mayor crecimiento, desarrollo y competitividad, para alcanzar el bienestar y vencer la desigualdad; articulación política, integración económica y comercial con proyección hacia el Asia Pacífico y el mundo entero.

Somos la octava economía del planeta, una comunidad de más de 225 millones, con un PIB per cápita promedio de casi US$17.000, un escenario ideal para incentivar negocios conjuntos, abierto a nuevos emprendimientos e innovación en diversas áreas, con tantas oportunidades para la inversión extranjera.

El café que he tomado en Puerto Varas podría provenir de México, Perú, Colombia, porque compartimos un origen y queremos el mismo destino. Nos une la ubicación en América latina, una historia, un idioma, la firme voluntad de alcanzar el desarrollo de manera conjunta, colaborativa, atentos a las oportunidades que nos ofrece nuestra común ventana al Asia Pacífico. Y si las cosas caminan, si las voluntades persisten, los días serán luminosos y transparentes como los que el sur de Chile le regaló a todos nuestros ilustres visitantes.

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