La semana pasada el Gobierno -a través del Mineduc- anunció la reposición del veto para el proyecto de ley que busca establecer el kínder obligatorio en nuestro país, el cual se votará de vuelta de Fiestas Patrias. El fin es modificar la Ley General de Educación para hacerse cargo de las contradicciones que permanecen entre ella y la Constitución, de garantizar la educación para todos los niños de Chile desde la primera infancia.
La crisis sanitaria ha afectado fuertemente a mujeres y niños, especialmente a aquellos provenientes de contextos más vulnerables. Muchas mujeres debieron abandonar sus trabajos para quedarse al cuidado de los hijos, ante los cierres de jardines infantiles y colegios por cuarentenas y otras medidas sanitarias.
El último informe del INE reveló que el abandono laboral y la destrucción de empleo femenino llegó a 38% en aquellas mujeres con nivel primario de educación, y a 18,2% en secundario, es decir aquellas más vulnerables.
Lo peor es que muchas de estas mujeres no están retomando la búsqueda de empleo, muchas de ellas afectadas por una fuerte desafección provocada por estos -casi dos años- de encierro producto de la pandemia, pero además han dejado de enviar a sus hijos a la educación formal.
Según el Mineduc -en su boletín N°12 2021- cerca del 60% de las familias no envían a sus hijos cuando reabren los establecimientos educacionales, y un porcentaje similar indica que no lo haría si su establecimiento estuviese abierto, ya que la mayoría no percibe que sea indispensable. Un 47% dice que los puede cuidar en casa y 14% que funciona bien a distancia.
Es por ello que la ley del kínder obligatorio, sumada a un trabajo directo con las madres, es fundamental para la inserción y participación escolar de los hijos. Ellas son el referente y motor dentro de sus hogares, por ello, es clave empoderarlas y educarlas en la importancia de que los niños y niñas asistan a la escuela para revertir esas cifras de inasistencia escolar que reporta el Gobierno. Es así como desde FNP impulsamos este 2021 el Programa Círculo Mujeres Power, cuyo objetivo es promover el liderazgo femenino e impulsar el compromiso con la educación inicial.
Por otra parte, es evidente que cuando los niños y niñas asisten a clases, las madres -que en su gran mayoría son las jefas de hogar-, pueden retomar sus trabajos, no sólo mejorando la situación financiera familiar, sino que les permite desarrollarse, mejorando su bienestar.
Asimismo, está comprobado que la educación temprana es la mejor manera de acortar brechas socio-económicas y culturales. La educación sin lugar a dudas, es el pilar fundamental para romper círculos de pobreza, tener oportunidades y crecer. Por ello, llamamos a los parlamentarios a dejar de lado las diferencias políticas y poner de verdad a los niños y sus madres primero, por medio de la aprobación de esta ley que traerá beneficios presentes y futuros para Chile.
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