Para el año 2025 se proyecta un déficit cercano a 26 mil profesores idóneos que trabajen educando a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país. Esto se vuelve dramático si consideramos que -para ese mismo año- se estima que solamente se titularán 11 mil profesionales de las carreras de pedagogía. Este escenario se hará aún más difícil para las zonas extremas del país, como por ejemplo en Tarapacá que se prevé presente un déficit de docentes cercano al 30%.
Si bien ya se tiene una proyección clara de lo que sucederá en los próximos años, es necesario comprender por qué se produce esta crisis, y para eso existen tres factores claves que influyen en no contar con profesionales de la educación.
Las instituciones de educación superior que imparten las carreras de pedagogía reportan una progresiva y dramática baja matrícula en estos programas, llegando incluso a una disminución de 39% en los últimos 10 años, lo que evidencia el bajo interés de las y los jóvenes por convertirse en docentes.
Un segundo factor es la alta tasa de deserción que presentan las carreras de pedagogía, siendo de 30,4% en 2017 y llegando a cerca de 40% en regiones extremas, como Magallanes y Tarapacá.
Una tercera explicación tiene relación con el abandono temprano de la profesión docente. Un 30% del profesorado deja de trabajar en establecimientos educacionales debido, principalmente, a la desmotivación y problemas relacionados a la salud mental.
En el año 2016, Gaete et al. plantearon algunas razones del por qué el profesorado abandona el aula, aludiendo principalmente a falta de vocación, asumir otras funciones, las remuneraciones o la insatisfacción laboral. Si bien estas eran las principales razones que se esgrimían antes del año 2020, en la actualidad han sido relegadas a un segundo lugar producto de la pandemia, la cual ha afectado fuertemente la salud mental del profesorado, como lo muestra una encuesta realizada por Elige Educar, en donde 50% de los y las docentes declaran encontrarse estresados, y esto se ha acrecentado y evidenciado con el alto número de licencias médicas que han presentado los docentes.
¿Cómo superar la crisis? El diagnóstico es claro y se hace urgente encontrar la fórmula para superar esta crisis.
Si bien desde el año 2016 existe una ley que regula el sistema de carrera docente (Ley 20.903) para fortalecer el sistema, esto no ha sucedido. Se necesita elevar la valoración de la profesión docente, y que la sociedad considere que los profesores cumplen un rol fundamental e importante. Para esto es importante repensar los requisitos de ingreso a las carreras de pedagogía, y revisar las condiciones laborales relacionadas a escalas de remuneraciones, horas de trabajo lectivas y no lectivas y sistema de evaluación docente.
Los desafíos son grandes, y es necesario abordarlos de forma conjunta para así superar la crisis proyectada, y lo principal, contar con profesionales de la educación de excelencia que formen y eduquen a las futuras generaciones de niños, niñas y adolescentes.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado