Una revolución silenciosa

En la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, hace un par de semanas atrás, se continuó con la discusión y votación del proyecto presentado como “Inicio de Carrera Docente”.Fue una álgida discusión, con resultados muy positivos para el sistema educativo.

Quisiera referirme a la propuesta revolucionaria que realizó la Nueva Mayoría, en particular por el Diputado Mario Venegas (DC), al proyecto presentado por el Gobierno.

La discusión legislativa se dio en torno a la Indicación Sustitutiva presentada por la Ministra Schmidt, en tanto que el proyecto original presentado por Beyer, nunca evolucionó positivamente, impedido por la arrogante posición del ex–ministro y su composición ideológicamente sesgada.

La Indicación Sustitutiva presentada por el Ejecutivo representó una buena señal, acogiendo las palabras de expertos y de los parlamentarios, lo que se tradujo en la presentación de un Proyecto de Ley nuevo, inclusive posteriormente su nombre fue modificado: de “Carrera docente”, a la “Creación de un nuevo sistema de inicio de carrera docente”.

Por la necesidad de la discusión, el Ejecutivo hizo bien al dividir la discusión con el objeto de avanzar en acuerdos, sabiendo que este proyecto no es la solución a todos los problemas de los docentes, pues su foco es una particularidad del sistema, su “inicio”

El proyecto presentado por el Ejecutivo era bueno, pero perfectible. En esta labor se aprestaron los actores durante la semana de discusión, y el principal problema identificado, lo encarnaban las lógicas y más probables consecuencias de fijar nuevos requisitos para ingresar a ejercer la docencia al sector subvencionado, y no fijarlas al inicio de ingreso a Pedagogía.

En primer lugar, el sector que se estaba regulando es significativo, en tanto que representa sobre el 90% del campo laboral de un profesor, abarcando tanto al sector particular subvencionado y al municipal, por tanto los nuevos requisitos eran trascendentales para el sistema.

En segundo lugar, se exigía a quien egrese de una Escuela de Pedagogía, que esta se encontrase acreditada, en este sentido el compromiso del Ejecutivo fue hacer la acreditación obligatoria en Pedagogía en el Proyecto de Agencia Nacional de Acreditación (acreditación como condición de funcionamiento, y no sólo y exclusivamente para recibir beneficios económicos del Estado, como lo establece actualmente la ley).

En tercer lugar, y lo que generaría más impacto en el sistema, es el cumplimiento de algunas de las cuatro condiciones propuestas en el proyecto. Tres de ellas, dicen relación con el ingreso a estudiar Pedagogía, esto es:

a) Haber obtenido a lo menos una media de 550 puntos en la PSU o su equivalente, entendiéndolo como el 32% superior de la distribución de desempeño,

b) Haber obtenido a lo menos una media de 500 puntos en la PSU o su equivalente, y un promedio de notas de enseñanza media que se encuentre dentro del 30% mejor del establecimiento,

c) Haber obtenido un promedio de notas de enseñanza media que se encuentre dentro del 15% mejor del establecimiento.

La consecuencia lógica, al observar que existen más de 1400 programas de Pedagogía (www.mifuturo.cl), en las que sólo cerca de 380 programas se encuentran acreditados (www.cna.cl), en los que en la gran mayoría no hay siquiera requisitos de ingreso, el proyecto significaría una catástrofe de proporciones épicas, en tanto que los estudiantes podrán acceder a estudiar Pedagogía, pero una vez egresados no podrían ejercer su profesión, salvo que cumplieran el cuarto requisito,haber obtenido una calificación satisfactoria en el examen inicial.

Cuestión que resulta poco probable observando los actuales resultados de la prueba Inicia y los estudios realizados, como lo ha manifestado Elige Educar, en los que existe una relación entre PSU y buen resultado en la Prueba Inicia, no dan garantía que el fracaso de esos estudiantes sea evitable.

Es en este marco, ante la preocupación por la inminente catástrofe épica que se produciría, el diputado Mario Venegas (DC) presentó una indicación de nuevos requisitos para ingresar a estudiar Pedagogía.

Ya se había planteado antes la necesidad de fijar los requisitos al ingresar a estudiar Pedagogía, pero fue resistido por el Gobierno, argumentando que infringía la Constitución al vulnerar la autonomía de las Universidades.

La solución que logró consenso por parte de todos los parlamentarios de la Comisión, fue incluir los requisitos de entrada al sector subvencionado al ingreso de la Carrera, pero otorgando un pequeño porcentaje a las Escuelas de Pedagogía, de un 10% de ingreso libre en relación al total de la matrícula, en el que se integra también el porcentaje de admisión especial que cada universidad administra.

El acuerdo es revolucionario y responde a lo denunciado por expertos y el movimiento social, en tanto que es el Estado quien está asumiendo las responsabilidades, y no se las está delegando al mercado.

De convertirse en Ley, gran cantidad de Programas y Carreras de Pedagogía cerrarán, y esto no generará una escasez de profesores, salvo en dos excepciones (Educación de Párvulos y Docentes en Física, lo que se podrá sanear por medio de políticas focalizadas), en tanto que hoy hay una sobre ofertas de profesores; al contrario, esta ley fortalecerá a la formación docente.

No le pidamos “peras al olmo”, evitemos ver el vaso medio vacío, este proyecto de Ley sólo se hace cargo de un ítem de la Carrera Docente, la discusión de los temas no tratados en este proyecto, deberán ser abordados en un nuevo proyecto de Carrera Docente, que lo más probable, será responsabilidad del próximo Gobierno.

Este proyecto de ley representa una revolución silenciosa, un pequeño paso hacia la transición de un Estado más responsable y presente, y hacia un sistema educativo de calidad para todos.

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