Bruxelles, ma belle, atacada por Daesh

Me es imposible escribir esta columna sin hacerlo en primera persona. Las noticias de los atentados de Bruselas que me despertaron la mañana del martes me han afectado mucho. Más allá del análisis político que puedo hacer desde mi especialidad, se trata del país que me acogió durante 6 años, de la ciudad donde viví 4 de ellos, de la estación donde me bajé cada día de la semana a la misma hora en que unos desalmados hicieron estallar una bomba y el aeropuerto que me recibió y me vio partir tras mis estadías en Bélgica.

Bruselas representa mucho y  justamente por eso los terroristas de Daesh la eligieron como blanco. Las causas son muchas pero es indudable que el objetivo –más allá del terror a la población- fue el atacar un símbolo de la Unión Europea. La estación de metro de Maalbeek se encuentra en el llamado “Barrio Europeo” donde se encuentran las principales instituciones de la UE. A pasos de esta estación se encuentra el Parlamento y el Consejo Europeo.

Pese a la presencia importante de militares en este barrio desde los atentados en París, los terroristas cumplieron su objetivo de atacar en el corazón de Europa.Además, siendo una de las líneas principales del sistema de transporte belga, es una estación por la cual pasan diariamente miles de personas, más aun a las 9:00 de la mañana en que fue la explosión.

Ciudad cosmopolita y multicultural, era normal ver los vagones llenos de personas de distintas culturas, credos, nacionalidades, clases sociales o estilos de vida. Es la diversidad en su más amplia expresión que estaba reflejada también en los rostros pintados en cerámicos blancos por el pintor belga Benoît que embellecían la casi siempre oscura estación y que hoy no sé si quedará algún trozo de recuerdo.

Este ataque no es un hecho aislado. Se enmarca en una larga y trágica lista de atentados que en su mayoría no se han producido en Europa sino en África y Medio Oriente. Es una muestra más de la capacidad que Daesh ha logrado desarrollar para atacar en suelo europeo.

Las críticas se han intensificado sobre la (in)capacidad de los Estados –Bélgica en primer lugar- para hacer frente a este flagelo que amenaza al mundo. Muchas dudas aun no han sido aclaradas, muchas preguntas sin respuestas pero ya el gobierno belga ha reconocido errores graves en la lucha contra el terrorismo.

El Ministro Justicia y el de Interior presentaron la renuncia al gobierno del Primer Ministro Charles Michel, quien no la aceptó. Luego dieron la cara ante los medios para ser interpelados por sus responsabilidades. Pocos países pueden ser testigos de una acción política así.

Bélgica podrá tener muchos defectos –varios exagerados por algunos medios internacionales- pero aun existe lo que se llama responsabilidad política.

Europeos lanzan mensajes de solidaridad y congoja –sinceros, hay que reconocer- y prometen que ahora sí se combatirá de manera unida contra el terrorismo. Estados Unidos y otros países acompañan estos mensajes.

Sin embargo, soy escéptica en el sentido de creer que ahora sí que la UE avanzará en una política conjunta más coordinada y efectiva contra el terrorismo. Avances se han producido pero hasta el mismo Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker –frente a la estación de Maalbeek- reprendió a los Estados por su falta de voluntad de avanzar en este sentido.

Ya Francia decidió invocar una norma del Tratado de la UE que limita la participación de ésta y deja el control de la estrategia al país galo. Aun ignoro si Bélgica seguirá los mismos pasos pero ya anunció que aportará aviones F-16 para atacar en Siria.

Mientras, los ciudadanos comunes y corrientes deberán acostumbrarse, como muchos en otras partes del mundo, a vivir con la amenaza latente, a modificar sus hábitos y costumbre y a armarse de fuerza para continuar viviendo.

Yo por mi parte, escucho nuevamente la canción “Bruxelles, ma belle”  https://www.youtube.com/watch?v=oxMNVRHb1mQ y te digo “Bruxelles, espérame, ya llego”.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado