La tortura y la Convención Internacional de Protección del Niño

Nelson Hadad Heresy

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Por razones éticas , humanitarias y de respeto a los derechos humanos esenciales, a la Carta Constitutiva de Naciones Unidas de 1945, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y al Derecho Internacional Humanitario, en especial la Cuarta Convención de Ginebra de 1949 que protege a los civiles en los conflictos armados internacionales, principios y valores que el progresismo abraza como eje central de su acción política, expreso mi más enérgica condena a la situación de violación de los derechos humanos que afecta al niño palestino de 14 años de Cisjordania Ayman Al Salaymeh, quién está sometido a crueles torturas y encarcelamiento ilegales en un centro de detención israelí, sin asistencia de abogado defensor, en celda de aislamiento, sin formulación de cargos, ni cumplirse con las reglas del debido proceso ni recibir visitas de su familia.

Esta alevosa acción no constituye un hecho aislado. Corresponde a una política intencional y sistemática de la ocupación militar israelí en los Territorios Palestinos Ocupados. La tortura, la aplicación de tormentos y la detención de niños constituyen actos inhumanos, degradantes, crueles y abominables de acuerdo al Estatuto de Roma y configuran los ilícitos penales internacionales de crímenes de guerra y lesa humanidad, indignos de toda condición humana y que atentan contra valores civilizatorios fundamentales.

Asimismo, esta práctica violatoria de los derechos humanos del niño palestino Ayman Al Salaymeh vulnera gravemente las normas de la Convención Internacional de Protección de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, lo cual nos conmina a alzar nuestra voz urgiendo por su inmediata liberación.

Se hace urgente un alto al fuego en Gaza, urgiendo por la inmediata liberación de todos los rehenes israelíes, asegurando a la población civil la ayuda humanitaria y los servicios básicos indispensables para su supervivencia., así como por la liberación de detenidos palestinos.

Apoyo un acuerdo pacífico al conflicto palestino-israelí con la visión binacional, de dos Estados independientes y soberanos: Palestina e Israel, conviviendo en paz y buena vecindad, en las fronteras previas a la guerra de 1967, con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente que impulsa Naciones Unidas y la comunidad internacional con una convocatoria a una conferencia internacional de paz para el mes de junio de 2025.