"El político más popular del mundo", Barak Obama
"Intentaron enterrarme vivo, pero aquí estoy". Otro "Trump" ultraconservador que pierde en las urnas, al que le ha costado reconocer su derrota, cuyos seguidores llaman y golpean las puertas de los militares, obstaculizando el libre tránsito por las carreteras, con paro de camioneros, depuestos posteriormente por orden presidencial.
Luis Ignacio Lula da Silva termina imponiéndose con 50,9% con más de 60 millones de votos en una "infartante" elección, cuya diferencia fue de escasos 2 millones 150 mil votos. En las encuestas siempre daban como ganador al candidato del PT y su amplia coalición de partidos y movimientos apoyándolo desde la izquierda, hasta la centroderecha.
Bolsonaro utilizó la poderosa maquinaria del gobierno, todos los medios posibles para ganar sí o sí, tratando de arrinconar al candidato opositor. Acusándolo de "ladrón" y "corrupto", junto a sus cercanos colaboradores.
Fue reelecto en 2010, pese al caso de "Mensalao", una contabilidad ilegal que lleva el PT, partido político de mayoría en su gobierno que emporcó su gestión, reconocida ampliamente por su querido pueblo. Terminó en su segundo período con otro escándalo de proporciones, envuelto en el famoso contubernio "Lava Jato", una organización dantesca de red de sobornos a legisladores, cuyos fondos provenían de Petrobras, la empresa de producción de petróleo más grande de Brasil.
El persecutor, juez Sergio Moro, recién electo senador, nombrado ministro de Justicia del actual mandatario por los favores prestados, lo condenó a 19 años de cárcel. Sólo estuvo 19 meses que fueron eternos, imposibilitándolo a ser candidato. En marzo de 2021 recuperó su libertad y sus derechos políticos, con la anulación de la sentencia. Gilmar Méndez, ministro del Supremo Tribunal Federal del Brasil, señaló: "Le debemos un juicio justo a Lula", esto explica la odiosa conspiración.
"Me quedé tranquilo preparándome como Mandela durante 27 años, en injusta prisión. Como Gandhi durante toda su vida, para salir sin rabia". Durante su paso por la cárcel, de 583 días, los fiscales se burlaron cuándo falleció su esposa, su hermano y su nieto. Trasladado de presidio en avión, sus guardias lo intimidaron con lanzarlo al vacío. Con una alta aprobación en las encuestas comienza un nuevo y difícil recorrido hacia la reconquista de su honor mancillado.
Nació en casa de barro. De padres analfabetos. Vendedor ambulante y lustrabotas, Obrero metalúrgico y dirigente sindical, liderando una huelga sindical que desafió a la dictadura militar de 1964-1985, logrando el retorno a la democracia.
La democracia no es fácil, mucho menos un pacto de silencio sobre el pasado. La democracia es una construcción del humanismo. La democracia es una sociedad demostrando sus diferencias, para conseguir la siempre anhelada justicia social. Justicia que tarda, pero que debemos todos y todas seguir intentando obtener, en beneficio de los que claman por un mayor bienestar.
Debiera asumir el 1 de enero de 2023 según la Constitución brasileña. Sabemos que tendrá un Parlamento en contra, Senado y Cámara de Diputados. Igual las gobernaciones estaduales, con mayoría del PL Lo que contradice a quienes objetan el proceso eleccionario donde los resultados fueron absolutamente transparentes, en todos los cargos en disputa.
Su primera prioridad es sacar a 33 millones de brasileños del hambre. Lograr que niños, niñas y adolescentes tengan oportunidades educacionales completas, es imperativo. Una política de salud oportuna frente a la pandemia. Por sobre todo salvar la Amazonía, el pulmón de la Tierra, para la sobrevivencia de la especie humana en un planeta que lo estamos irresponsablemente destruyendo. Lula da Silva la esperanza de la américa morena, no se encandile con las poderosas naciones, ellos tienen sus propios y aborrecibles conflictos. Guerras que comprometen la seguridad planetaria, la estabilidad económica, y la alimentaria, cuyos conflictos bélicos cada vez son más terroríficos, y amenazantes, para la paz mundial.
Hoy se abre una oportunidad real de acuerdos en la América latina, el eterno patio trasero de los EE: UU, que permitan hacer crecer pacíficamente a nuestras incipientes naciones, las que requieren de asociaciones, estables y perdurables para que entre todos podamos colaborar en salir de la pobreza. Lula da Silva es un zorro, con vasta experiencia política, desde la cárcel, donde quisieron enterrarlo vivo, renace como el "ave fénix" para conquistar las estrellas. Unificar Brasil será su gran desafío, una misión impostergable. El legado histórico es lograr el máximo entendimiento americano, cuanto antes mejor, así sea.
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