La Primera Guerra Mundial se inició oficialmente el 28 de julio de 1914, cuando el Imperio Austro-Húngaro le declaró la guerra al Reino de Serbia, aunque en la práctica fue a mediados de agosto de ese mismo año que empezaron las movilizaciones y ofensivas realmente importantes.
Este conflicto conocido como la Gran Guerra duraría cuatro años, causando 10 millones de muertos(1), 10 millones de refugiados, 6 millones de huérfanos, incontables millones de heridos y mutilados, familias y países arruinados y destrozados.
Pero la verdad es que la Gran Guerra se decidió en la primera batalla del Marne, ocurrida entre el 5 y 12 de septiembre de 1914, cuando la Fuerza Expedicionaria Británica y tropas francesas lograron frenar el avance alemán en pleno territorio francés, salvándose incluso París de su ocupación, gracias al oportuno traslado de una división de reservistas al frente de combate, por medio de 2.000 a 3.000 taxis. Recuerdo haber visto uno de aquellos legendarios taxis en un Museo en París, aunque no estoy plenamente convencido que éstos hayan sido determinantes en salvar a la Ciudad Luz de la bota el Emperador Alemán y Rey de Prusia, Guillermo II, sin embargo, los taxis son parte de la leyenda.
Después de esta batalla vinieron cuatro años de trincheras en el frente occidental, esas que podemos ver en las películas "1917" o "Sin Novedad en el Frente", lugares en que millones de seres humanos sobrevivieron en medio del barro, la podredumbre y la muerte, para perder o ganar unos metros de terreno. Algo que hoy consideraríamos inexplicable.
Imagínense, cuatro años de vidas y tiempo perdido, para una guerra que se pensaba duraría -a lo máximo- un mes o algunas semanas. Otros más pesimistas, aseguraban que no duraría más de seis meses. Una guerra, cuyo fin, definió el Mariscal Foch, no como un tratado "sino un armisticio de 20 años, solo un intermedio antes de un nuevo conflicto".
También convendría recordar los daños psicológicos que este conflicto armado provocaría en los heridos y supervivientes de esta tragedia. En ese tiempo no se conocía el Post Traumatic Stress Disorder o Trastorno por Estrés Postraumático, ya que dichos estudios se realizarían con posterioridad a la Guerra de Vietnam (1955-1975). En este punto, recomiendo buscar o leer antiguas entrevistas a algunos de los supervivientes y si quieren ir más lejos, e intentar entender el alma humana, lean "Al Filo de la Navaja", de W. Somerset Maugham o vean la película de dicha novela, protagonizada por Bill Murray y Theresa Russell, una de mis favoritas.
La Gran Guerra vio también la aparición y utilización de los aviones como medio bélico, destacando al as del aire, el Barón Manfred von Richthofen, como también los tanques, entre cuyos primeros diseñadores estuvo Winston Churchill.
Tampoco podemos olvidar el empleo de los gases venenosos, entre los cuales estaba el gas mostaza, ocupado por primera vez en la tercera batalla de Ypres, en 1917. El uso de estos gases venenosos motivaría la suscripción y entrada en vigor de un Tratado Internacional sobre esta materia, el cual prohíbe el desarrollo, producción, almacenamiento, transferencia y empleo de armas químicas.
A los horrores descritos podemos agregar la propagación en 1918 de la pandemia conocida como "la gripe española", la cual no se originó en España, sino que en las trincheras. Este virus se propagó rápidamente y afecto a un tercio del mundo, matando a más de 50 millones de personas. Cabe indicar que al 1 de agosto de este año, derivado de la pandemia del Covid-19, han muerto cerca de 4,2 millones de personas. Esto lo menciono para que apreciemos el rango de magnitud del daño que la gripe española ocasionó a la humanidad.
¿Cuál fue la posición de Chile en esta conflagración mundial?
Sostuvo una absoluta y firme neutralidad, pese a las presiones que recibió en favor de uno u otro bando. Sin embargo, eso no impidió que algunos chilenos, descendientes de alemanes y de franceses, se enlistaran en la defensa de la patria de sus progenitores. Si usted algún día puede visitar el Restaurant Ferienheim de Limache podrá encontrar un monumento que recuerda a los caídos en ese conflicto, por el lado alemán.
En este contexto, es útil preguntarse si uno de los bandos en disputa verdaderamente ganó la Primera Guerra Mundial o si fueron todos perdedores. Incluso, como me señalara un amigo, la guerra habría sido un empate sin la intervención de Estados Unidos, dado que los europeos quedaron quebrados y los únicos que "ganaron" fueron Estados Unidos, Japón y los comunistas (bolcheviques), que sin la derrota del ejército imperial ruso, no habrían podido tomarse el gobierno.
Por último, y esta es una opinión personal, el que se haya desatado 20 años después un nuevo conflicto bélico, en casi toda Europa y el mundo, como consecuencia de un mal manejo político-diplomático de los vencedores de la Gran Guerra, la respuesta sería clara.
(1) Las cifras varían según diversos historiadores.
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