¡Más coraje!
Hace 77 años atrás finalizó la Segunda Guerra Mundial que condujo a los Estado-nación a crear la Declaración Universal de Derechos Humanos y organizaciones supranacionales, como Naciones Unidas y la actual Unión Europea, que son espacios de proyecto común y gobierno para las y los habitantes de esta tierra.
Hoy, en el corazón de donde ocurrió esta ignominia para la humanidad, vemos que el entendimiento anteriormente mencionado sobre la democracia, sin querer imponer la forma de gobierno a ningún rincón de la humanidad, y los derechos humanos es frágil y endeble.
Observamos incertidumbre y problemas a todo nivel; lo vemos en internet, los medios y nuestras comunidades. Observamos temor muchas veces en nuestra comunidad sobre el devenir del planeta, el país y nuestro entorno más próximo.
La complejidad se busca abordar de dos formas: la búsqueda de la verdad a través de la evidencia y el método; y más, mejor y profunda democracia como forma de analizar y actuar frente a estos desafíos.
Respecto a lo primero, es simplemente el origen de la universidad a finales del medioevo como búsqueda de conocimiento a través de la conformación de un claustro. En referencia a lo segundo, el proceso constituyente nos lleva al desafío de transformar nuestras formas de organización como forma de asumir la riqueza de nuestra diversidad e inclusión en un país y un mundo que se construye.
Finalmente, quisiera citar, a casi 55 años, el Manifiesto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Católica de Valparaíso que da inicio a la Reforma Universitaria:
"Nuestra América existió, existe e irrumpe invitándonos sin tregua al coraje. Coraje para abrirnos a su realidad, coraje para aceptar su historia y sus medidas, coraje para conformarnos en el riesgo y la aventura de ser lo que podemos ser. Abrirnos en todos los frentes y en todos los niveles con la lucidez, la serenidad y la hombría del coraje, es la única manera de disipar la niebla de cobardía que nos recubre y envenena. Por una tradición incontrovertible, la Universidad, en aquello que le atañe, fue y es en América la depositaria del coraje con que contamos".
¡Qué vigentes al día de hoy son estas palabras y cuan hermoso es nuestro desafío en medio de un proceso constituyente sin igual desde nuestra América!
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