Países de la Unión Europea reconocen al Estado de Palestina

Francia, Reino Unido, España, Portugal y Bélgica. En total, más de 150 países -de los 193 parte de la ONU- reconocen el Estado de Palestina, que actualmente tiene estatuto de miembro observador en la Asamblea General. Mientras, el presidente palestino, Mahmud Abás, exige el fin de la ocupación, la anexión y los asentamientos de sus territorios en una conferencia internacional que se celebra en la sede de la organización, en Nueva York.

El secretario general de la ONU explicó la relevancia política de lograr que el máximo número de países reconozca a Palestina como Estado; y hoy EE.UU. es el único país de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que no reconoce a Palestina: China y Rusia ya lo hicieron en el pasado.

El reconocimiento se enmarca en la llamada solución de los dos Estados, que propone un Estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza, con Jerusalén Este como capital, en pacífica coexistencia con Israel. Pesa sobre Naciones Unidas una responsabilidad histórica, política, jurídica y moral. Debemos hacer todo lo posible para lograr una solución biestatal, de dos Estados independientes y soberanos: Palestina e Israel, viviendo uno al lado del otro, en paz y seguridad, en las fronteras previas a la guerra de junio de 1967, con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente.

Francia y Arabia Saudita habían convocado a esta conferencia internacional, y a la decisión de París le siguieron Bélgica, Luxemburgo, Andorra, San Marino y Malta. En vísperas de la reunión, lo hicieron Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal.

António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, ha reiterado su llamado "para que se establezca un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza, se libere de forma inmediata e incondicional a todos los rehenes y se permita el acceso humanitario inmediato, pleno, seguro, incondicional y sin trabas. Seamos claros: la creación de un Estado para los palestinos es el ejercicio de su legítimo derecho a la autodeterminación".

Por su parte, el presidente de gobierno de España, quien también tomó la palabra en la conferencia, dijo que "el pueblo palestino está siendo aniquilado", agregando Pedro Sánchez que "por eso, en nombre de la razón, en nombre del derecho internacional y en nombre de la dignidad humana tenemos que parar esta matanza".

Mahmud Abás debió intervenir en videoconferencia, porque Estados Unidos no le ha concedido una visa, y afirma que "nuestro futuro y el de ustedes reside en la paz. Ya basta de dolor. Que cese el derramamiento de sangre. Es derecho de nuestras generaciones vivir en libertad y seguridad"; asegurando además que "Hamás no tendrá un papel" en un futuro gobierno palestino: "Esta y otras facciones deben entregar las armas a la Autoridad Palestina".

Asimismo, reitera que ya se ha "reconocido el derecho de Israel a existir (...) lo hicimos en 1988, en 1993 y seguimos reconociendo al Estado de Israel (...) estamos en contra del discurso de Israel sobre el Gran Israel, que representan una violación del derecho internacional y una amenaza directa a la seguridad nacional árabe y a la paz mundial".

Hasta ahora, ninguna de las economías más avanzadas del mundo, reunidas en el G-7, reconocía a Palestina como Estado. Eso ha cambiado tras la decisión de Reino Unido, Francia y Canadá, que explicó el reconocimiento como "necesario para preservar la existencia de los dos Estados".

La conferencia se produce a casi dos años del inicio de los ataques israelíes en Gaza, tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, en los que murieron más de 1.200 israelíes y se tomaron más de 250 rehenes. Desde entonces, Israel ha matado a más de 68.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños; dejando además 147.000 heridos y destruyendo el 95% de las viviendas de Gaza, con una infraestructura en ruinas y el delito de genocidio.

Esto porque un panel de expertos designado las Naciones Unidas declaró que Israel estaba cometiendo el delito de genocidio contra los palestinos; y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, junto al exministro de Defensa Yoav Galant, se encuentran imputados por la Corte Penal Internacional como autores de crímenes de guerra y de lesa humanidad, y con órdenes de arresto pendientes de ejecución, a raíz de la denuncia penal interpuesta por abogados chilenos miembros de la sociedad civil, conforme al mérito de las evidencias fácticas y jurídicas proporcionadas al tribunal penal internacional.

Es hora de terminar este largo y doloroso conflicto con una solución pacífica y duradera, que socava la estabilidad en Medio Oriente y pone en peligro la paz y seguridad internacional.

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