Este 2 de febrero nuevamente la convención Ramsar nos invita a conmemorar el "Día Mundial de los Humedales, un llamado a la acción", instando a impulsar la protección de la naturaleza ante la alarmante y acelerada pérdida mundial de superficies producto -en muchas ocasiones- por el crecimiento de las urbes. Lo que tiene graves consecuencias a la biodiversidad y el bienestar de las personas.
A pesar de que los humedales son reservorios de agua ante la sequía y mitigadores de desastres por la crisis climática, en Chile aún existen voces que los consideran como sitios sin valor ecológico y, por lo tanto, construibles. Hace tan solo unas semanas, respondimos a desarrolladores inmobiliarios que su protección no es un freno al desarrollo económico, sino por el contrario, es criticable que aún no sean cuantificados económicamente los beneficios que nos aportan de forma gratuita, más aún en áreas densas como las ciudades. Tal cual abordó el Dr. Dasgupta en el reciente Congreso Futuro: "Necesitamos que la naturaleza se incluya dentro de los cálculos económicos".
Hace tan solo cuatro años no contábamos con ningún humedal reconocido en nuestras ciudades y no existía una Estrategia Climática que los incorporara en sus metas, pero esto ha ido cambiando. Gracias a la Ley de Humedales Urbanos, a la fecha, 55 de estos han sido reconocidos en asentamientos de norte a sur, por lo que 4.900 hectáreas han sido declaradas para su protección, cumpliendo con 28% de la meta climática a 2025. Además, con una posibilidad muy cierta de contar con una Constitución ecológica, se hace cada vez más posible sentar una nueva convivencia con la naturaleza.
Pero no podemos ser ingenuos. Continúa la presión por urbanizar e instalar obras viales y portuarias, entre otras infraestructuras amenazantes, en los humedales, lo que demuestra que reconocer e integrar la naturaleza en las ciudades y territorios sigue siendo una tarea compleja por la cual hay que seguir trabajando.
En esta línea, una de nuestras propuestas es apostar por las Soluciones Basadas en Naturaleza que contribuyan a la adaptación y mitigación del cambio climático, y la protección de los humedales urbanos es un claro ejemplo. El reciente informe del Comité de Cambio Climático de la COP25 cuenta con un apartado especial para estos ecosistemas, además de otras propuestas como la expansión de corredores verdes, la restauración de ecosistemas urbanos, el manejo del drenaje, entre otros.
Para este 2022 se vuelve urgente paralizar los rellenos y aumentar el número de humedales urbanos que son reconocidos, fortaleciendo la gestión y financiamiento para lograrlo. En cuanto a las políticas públicas, es importante que los humedales urbanos sean considerados en el Plan Nacional de Restauración de Paisajes. Además de concretar mejoras en la gobernanza, para que puedan ser incorporados en instrumentos de planificación, planes de manejo de áreas protegidas y también en proyectos de infraestructura pública.
Sabemos que la implementación de las Soluciones Basadas en Naturaleza no en la única vía para enfrentar los enormes desafíos de la crisis climática, pero son medidas que deben darse en conjunto con los cambios normativos y del propio modelo económico, que propicie un desarrollo sustentable. Por eso, este 2 de febrero, te invitamos a valorar, gestionar, restaurar y amar los humedales.
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