Büchi y el neoliberalismo encarnado

No cabe duda que las últimas declaraciones de Hernán Büchi provocaron mucho revuelo, no sólo por la dura crítica al sistema jurídico, sino porque tiene un efecto práctico y vital: el autoexilio en Suiza, claro está, sin dejar los principales directorios y lugares de influencia en Chile. Probablemente sin ese hito sus declaraciones no hubiesen revestido nada especial, pero su vinculación con SQM y los Panamá Papers levanta naturalmente todo tipo de suspicacias.

Dentro de estas reacciones, que van desde el ministro del interior, pasando por economistas y columnistas de diferentes medios, se destacó y criticó fuertemente esa referencia a la “incertidumbre jurídica”, afirmación reiterada copiosamente y que el mismo Büchi replica en una columna de El Mercurio, en donde detalla y explica públicamente esta “decisión personal” de irse del país y el “dolor” que le provocaría.

Sin embargo en una lectura atenta de sus declaraciones, más importante que la incerteza  jurídica que acusa, es la problemática referente a sus intereses, pues en el perjuicio de aquellos, tanto a nivel jurídico, económico y político, es que resuelve un curso de acción determinado, por tanto Büchi no sólo ha sido uno de los sacerdotes ideológicos del neoliberalismo, sino que él mismo lo ha encarnado en su propio ámbito personal, configurando sus espacios de pertenencia y arraigo tal como una transnacional que se mueve a conveniencia de sus intereses comerciales. En este sentido constituye un modelo de acción humana que representa inequívocamente una interpretación economicista de la realidad, como expresión plena del individualismo neoliberal.

Guardando todas las proporciones del caso, es interesante recordar al viejo Sócrates que ya condenado a muerte por cicuta, rechaza un plan de fuga argumentando su radical pertenencia a la ciudad de Atenas, en esta clave, más allá del favor o perjuicio de sus intereses. Por lo mismo es tremendamente importante preguntarnos por el tipo de arraigo y pertenencia de parte importante de nuestra clase gobernante y empresarial, neoliberal por definición, vale decir, por el sentido de su vinculación con el país, sumando a ello, el carácter reciente de la inmigración familiar, que en Chile es pergamino de diferenciación esencial con el pueblo.

Por todo ello no me parece verosímil que Büchi se vaya de Chile por miedo a la justicia, pues no pasaría más allá de una mera multa, de eso no hay duda, insignificante para un patrimonio que se anticipa importante. No, Büchi se va por ser un eterno disconforme con el modelo, pues siempre ha criticado la falta de radicalidad en su implementación y el consecuente desconocimiento de las supuestas virtudes del mismo, incluso ya en la época del Régimen Militar, porque es un convencido radical, como pocos, que el neoliberalismo es la única fórmula del futuro, a tal punto que exasperado bebe su propia versión neoliberal de la cicuta.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado