El triunfo de Jara

Ha concluido la primera etapa del proceso electoral que nos llevará a definir un nuevo Presidente para el país. Fase en la que quedó muy en evidencia la capacidad de la centroizquierda para ponerse de acuerdo, frente a una centroderecha que no ha sido capaz de lo mismo, y que -por tanto- genera algunas dudas de su capacidad para gobernar.

Más allá de la baja votación general, sin duda el triunfo de Jeannette Jara fue sorprendente y vale la pena analizarlo. Es preciso reconocer que su cercanía, humildad, calidad humana y su pasado fueron muy importante, pero su carisma fue determinante para este abultado triunfo que duplicó en votos a Tohá. Su campaña fue buena; muy clara en sus contenidos y aprovechó muy bien los atributos de la candidata.

Se sabía, días antes, que Republicanos había dado instrucciones a sus independientes para que votaran por Jara, y así -según ellos- tener una contrincante final más fácil de ganar. Efectivamente algo de esto sucedió, porque parece al menos sorprendente que una comunista obtuviera 36% de votos en Lo Barnechea, 26% en Las Condes y 32% en el Colegio Mackay de Reñaca para ir a mayor detalle. Ahora esto no es nuevo, ya se había realizado en las primarias de Boric y Jadue, donde muchos votos de sectores ajenos al FA votaron para sacar de escena al miembro del PC.

Por otra parte, el Frente Amplio estuvo dispuesto a ir al sacrificio. Cuando se veía que la candidatura de Winter no prendía, también tomaron la decisión de optar por Jara, con todo lo que significa para su imagen presente y futura como partido, porque obtener solo 9% parece un gran desfonde. Pero bueno, estas son estrategias políticas legítimas, que obliga a revisar este mecanismo.

Por su parte, la campaña de Tohá pareciera que hizo lo posible para perder, porque fue muy mal diseñada e implementada. No se vio una línea o un proyecto claro del país que quería, solo se conocieron medidas posibles de realizar. Esta se centró en la reconocida inteligencia y conocimientos de la candidata. Su identificación con la Concertación, en una nueva fase y a la vez ampliada, no fue clara y a veces ambigua. A nuestro parecer le habría dado un carácter más claro y definido, entendiendo que movilizaría mejor a sectores medios y tendría más sustento para asegurar certezas a un país que lo busca con ansias y que recuerda los mejores 20 años de nuestra historia política del último siglo, frente a la permanente incertidumbre en que vivimos con los problemas que hoy existen y campañas faltas de proyectos sino solo de promesas. Sin duda que ello tendría un costo con los sectores más de izquierda que tienen una mayor desafección con este periodo, pero sin duda habría alcanzado un mayor impacto.

La franja fue absolutamente plana, sin mensajes que sorprendan. Sobre la base de entrevistas y reuniones se esperaba comunicar un mensaje muy racional, que es el atributo propio de la candidata, pero que careció de emocionalidad y afectividad, aportes que debía agregar la comunicación y que son absolutamente necesarias e importantes en toda campaña, porque lo que le sobraba a Jara le faltaba a Tohá.

En definitiva, y sin duda, éste es un triunfo de Jara con el apoyo del Partido Comunista que movilizó su gente y sus votos. Pero en esencia es su gran carisma personal, su capacidad de diálogo y gestión para sacar adelante temas complejos y de alta importancia para la gente, en su periodo como ministra del trabajo y previsión social, lo que se constituyeron en el gran sustento de su triunfo.

Son estas las razones que pueden explicar, en alguna medida, el gran triunfo que obtuvo. El futuro de nuestro país se seguirá jugando en los próximos meses.

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