El pasado 28 de julio en muchas comunas y regiones los Demócratas Cristianos celebramos el Aniversario número 62 de la fundación de la Falange Nacional, el partido Conservador, social-cristiano y sectores de pensamiento Humanista cristiano.
Como todos los partidos políticos, según el aporte del profesor Etchepare y otros historiadores, la Democracia Cristiana ha tenido altos y bajos en estos años.
Hoy estamos en un periodo de decisiones importantes que espero se definan en el próximo congreso ideológico y programático, tanto en su estructura, la forma de dirigir el Partido, la orientación y la política de alianzas que a mi juicio debe ser consecuente con la doctrina fundacional que en su utopía nos transformó en misioneros de la Libertad, la democracia, el cambio social , el sentido comunitario de nuestras vidas, el privilegio de los débiles, la coincidencia con otras fuerzas progresistas, asilados siempre en el valor de la verdad, la ética, la consecuencia en el pensar, el hablar y el actuar.
No es fácil nuestro momento actual, porque nos hemos alejado de esas conductas y valores doctrinales, pero tengo la Fe del carbonero en que recuperaremos la fuerza de nuestra doctrina, la ilusión de la juventud de la Cruz del Sur de nuestro himno, la constancia para luchar con Fe en el Futuro.
A nuestros camaradas el abrazo fraterno de una vida común.
A los que nos abandonaron nuestro corazón está abierto a la alegría del retorno si ha habido respeto.
Al mundo progresista, la esperanza con humildad en un triunfo común.
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