Para analizar lo ocurrido este fin de semana en el Pleno del Comité Central del P.S. quiero parafrasear algunas líneas que están en las estrofas de nuestro himno partidario, La Marsellesa Socialista.
Por ejemplo, cuando entonamos la frase que alude a los militantes puros y sinceros, nos referimos a actuar abiertamente, sin ocultamientos, pero en nuestra reunión hubo gente que se escondió en el voto secreto.
Los verdaderos militantes puros y sinceros son aquellos que con dignidad declararon a viva voz lo que pensaban: voto por Lagos.
La estrofa que continúa a la recién citada es más impactante para describir lo sucedido ayer, “prometemos jamás desertar”. Los que no votaron por el líder socialista que es Ricardo Lagos, han desertado del pensamiento de Allende y de los principios consagrados por Eugenio González en el Programa de 1947, nuestra guía ideológica.
La otra frase que quiero recordar es aquella que alude a la voluntad de luchar sin descanso. Sí, pero ahora se trata sin descanso luchar contra el populismo y el oportunismo.
Los que hemos estado con Lagos seguiremos trabajando por él, pues lo hemos hecho por un claro proyecto país expresado sin generalidades ni ambigüedades que caracterizan a otras candidaturas.
Reconocemos sus capacidades, su estatura intelectual y política demostrada en muchas batallas por la democracia y el progreso de Chile y también por el conjunto de propuestas claras, concretas y comprensibles por la ciudadanía que se encuentra en el texto que Ricardo Lagos nos ha dado a conocer con el título de Piensa Chile.
Una confusa mayoría que se ha refugiado en el secreto del voto, además ha cometido un acto de canibalismo político, insólito e insoportable. Recién una vez contabilizados los votos, vinieron los halagos para el ex presidente de parte de quienes desecharon su postulación.
En 50 años de militante no había presenciado un acto de esta naturaleza. Deslealtad y traición con un grande del socialismo chileno.
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