Cuando la incoherencia política no puede presidir la Comisión de DDHH del Senado

El fin de semana fuimos testigos de un hecho impresentable, sobre todo, porque proviene del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, legislador Alejandro Navarro (partido País Progresista), quien, en tal cargo, debe hacer honor a una instancia que justamente está por cautelar la integridad de cada uno de los ciudadanos a quienes representamos por mandato popular. 

Una vez más, aunque ahora durante su participación en el XXV Foro Parlamentario de São Paulo, que reúne a grupos y partidos de izquierda latinoamericanos realizado en Caracas, el parlamentario por la región de Bío-Bío refrendó su respaldo a la figura de Maduro y a su dictadura, la que hoy tiene a todo un país sometido a la miseria, hambre, a violaciones a los Derechos Humanos y a millones de ciudadanos que han debido escapar de un régimen del terror. 

En este sentido, apoyo la moción del Gobierno que busca remover al senador Navarro de tal presidencia, decisión que se basa no solo en este grave antecedente, sino en su incoherencia política.

Recordemos que, en su momento, cuando tardíamente la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hizo público un lapidario informe sobre la crisis humanitaria en Venezuela, precisamente el senador decidió respaldar dichas denuncias. Sin embargo, ahora vemos cómo de manera irracional e inexplicable, en un encendido discurso anti chileno, avala y apoya al régimen chavista y las atrocidades del gobierno totalitario del dictador socialista Nicolás Maduro.

Lamentablemente, el parlamentario no se ha conformado con dejar mal parada a la Comisión que lidera y a sus integrantes, sino también a todo Chile, asegurando que la constitución venezolana es una de las mejores del mundo, al contrario de la nuestra, la que calificó como de ´mal oliente, caduca, que tenemos que cambiar, labrada a sangre y fuego en dictadura´. 

Me es muy difícil comprender cómo el senador Navarro en Chile puede solidarizar con el sufrimiento de la población migrante venezolana que se encuentra en nuestra frontera con Perú y a la vez dar este tipo de señales de apoyo a Maduro, las cuales son repudiables, inaceptables, las que demuestran su incapacidad psicológica para presidir la instancia de DD.HH. del Senado chileno. 

Por todo lo sucedido, como integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, no puedo dejar pasar las declaraciones anti chilenas, de un senador de la República. 

Nuestro Senado tiene un infiltrado operador político del dictador socialista. Hemos visto a una persona que su actividad política permanente está enfocada en un fanatismo sin sentido hacia un régimen que a todas luces debe terminar por la urgente y necesaria paz de todos sus habitantes. 

Junto con sumarme a la petición del Gobierno, como integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, llamo a los senadores de la Nueva Mayoría que integran la Comisión de Derechos Humanos, a ser responsables y asumir el camino correcto de alejar al senador Navarro de esa presidencia. 

Por su lado, el señor Maduro debe entender que Chile no volverá a ser el país de Salvador Allende, pues ya resarcimos nuestros errores. Chile debe ser el país de la política de los acuerdos, del entendimiento, coherencia y de la fortaleza democrática que hemos construido con tanto esfuerzo entre los diferentes sectores políticos que creemos en la libertad, la institucionalidad y los derechos civiles de las personas. 

Con todo, insisto en llamar al dictador Nicolás Maduro a terminar con su espectáculo y a llamar de una vez por todas y con urgencia, a elecciones libres y democráticas en Venezuela. Es de extrema necesidad que los venezolanos vuelvan a gozar de la libertad, democracia e institucionalidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado