Del salto del torniquete a una nueva Constitución

Hace poco menos de un año, nadie logró proyectar que a partir de la protesta de un grupo de estudiantes secundarios molestos por el aumento del valor del pasaje escolar del Metro de Santiago se activaría una de las movilizaciones más grandes de la historia de nuestro país. A partir de ese simbólico salto del torniquete, se comenzaron a sumar una serie de otras demandas ciudadanas, que se expresaron en marchas masivas que marcaron la agenda en todas las regiones y se estableció un Acuerdo político por una nueva Constitución.

Ya faltan menos de 50 días para el esperado plebiscito del 25 de octubre. Sin duda será un hito histórico y el inicio de un camino para escribir un nuevo Pacto Social desde los ciudadanos. Hablamos de una Constitución que espero responda a la idea de un nuevo Chile y donde seamos capaces de garantizar los mínimos democráticos para una convivencia en condiciones de igualdad. 

El 25 de octubre sucederá algo muy significativo para tod@s, por primera vez en nuestra historia, la ciudadanía tendrá el derecho de decidir, si quiere o no cambiar nuestra Carta Fundamental y, además, elegir el mecanismo por el cual esta se redactará. Esto es un gran paso a la madurez de nuestra democracia.

La actual Constitución fue escrita entre cuatro paredes, por una comisión encabezada por Enrique Ortúzar, bajo la atenta supervisión de Jaime Guzmán y Mónica Madariaga. Dicha comisión sesionó en secreto por casi siete años, sin que nadie conociera las propuestas de dicho grupo y fue aprobada bajo un plebiscito lleno de irregularidades.

Sin embargo, el proceso que comenzará en octubre próximo será totalmente opuesto. En este caso, será la ciudadanía directamente quien tome las decisiones sobre este proceso. Es por esta razón, que la invitación es a participar de manera informada en este plebiscito donde definiremos el futuro de nuestro país.

Uno de los aspectos más relevantes que quisiera destacar de este proceso democrático, es la paridad de género que aprobamos en el mes de marzo. Con esto Chile se transforma en el primer país en el mundo en definir un mecanismo que permita redactar la Constitución, a través, de una instancia totalmente ciudadana, la Convención Constitucional, conformada en un 50% por mujeres y el otro 50% por hombres: otro hito histórico.

Por otro lado, es fundamental que el Gobierno garantice a todos los ciudadanos y ciudadanas una participación amplia y segura, con la finalidad de que todos podamos ejercer nuestro derecho de sufragio.

El Servicio Electoral ya publicó las Normas e Instrucciones que indica para el desarrollo del Plebiscito Nacional del 25 de octubre. Entre sus indicaciones destacan la extensión del horario de funcionamiento de las mesas, horarios exclusivos para adultos mayores y aforos máximos para los locales de votación. Es decir, se están tomando todas las medidas para que la votación sea sanitariamente segura.

Finalmente, hay que recordar que esta iniciativa nace desde la ciudadanía, la cual se manifestó por un cambio profundo, sin maquillaje y menos parche, la Carta Fundamental es la que nos rige en nuestro quehacer diario. ¿Muchos se preguntarán para qué? Y la respuesta es clara y obvia, para ser un país más igualitario e inclusivo.

La invitación es a participar, a ser parte del futuro de nuestro país y al igual que un puñado de jóvenes estudiantes que, con un acto muy sencillo como saltar un torniquete nos marcaron el camino y el 25 de octubre, todos con tan solo marcar una preferencia podremos incidir en el Chile que soñamos y, de paso, hacer un silencioso, pero merecido homenaje a esos jóvenes.

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