José Miguel Insulza enfrenta uno de los más complejos desafíos de su extensa y exitosa carrera política. Busca la responsabilidad de representar la Región de Valparaíso en el Senado de la Republica, donde se centrará el mayor interés por la competencia electoral al Parlamento. Lo bueno es que -creo- por su trayectoria recibirá votos de todo el espectro político, será el más beneficiado por los independientes que no militan en partido político alguno. Lo conocen moros y cristiano y su palabra es valorada.
Vivió y sufrió, como tantos otros chilenos y chilenas, el exilio. Muchos compatriotas nunca pudieron retornar, sus pasaportes tenían la letra L, que les impedían ingresar a su país. Solo por pensar diferente, por anhelar una patria justa, por creer en una mayor justicia social, donde todos y todas tuvieran un espacio que les permitiese desarrollarse en libertad.
Busca asumir una nueva misión tras haber ocupado, en distintos gobiernos democráticos, los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Secretaría General de la Presidencia; así como el cargo de senador por la hermosa región nortina de Arica y Parinacota, dejando un legado por las zonas extremas. Su partido le pide que sea candidato por las 28 comunas de la región donde se ubican las dos ciudades-puerto más importantes del país para el comercio exterior, y que requieren de un impulso modernizador.
Fue secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), por dos periodos, en el segundo electo por unanimidad de sus miembros, demostrando que es posible una mayor y mejor relación pacífica entre países de un mismo hemisferio, una capacidad ejecutiva a toda prueba. La tarea la cumplió con creces, recibiendo múltiples reconocimientos internacionales. Por su basta y transparente trayectoria lo postularon a la Presidencia de la República, pero en la interna del PS ganó Michelle Bachelet, sumándose él a la campaña, como el disciplinado militante socialista que es.
Su biografía dará para varios textos, con sabrosas anécdotas y duros momentos. Ha sido actor y no un mero espectador. Articulador de acuerdo con la oposición, que brindaron a Chile la inserción en el concierto de las naciones, después de una larga y penosa dictadura. Algunos momentos tan difíciles como el arresto de dictador Augusto Pinochet en Londres, que fue internado en una clínica para evitar ser juzgado por crímenes de lesa humanidad. Pocos saben de las amenazas de las Fuerzas Armadas de que, si no lograban retornarlo al país, otro golpe militar estaba en ciernes. La extrema derecha, hoy representada por la brigada alemana -Matthei, Kast y Kaiser-, con una lista de parlamentarios y empresarios lo visitaban frecuentemente; lo que ahora niegan, sin escrúpulos. La memoria es frágil, es menester tenerlo en cuenta, la verdad no se borra con un dedo.
Los pinocheques, que denuncié en la primera reunión de los diputados con el Presidente Aylwin, fue otro de episodios exabrupto militares, con los boinas negras y el "ejercicio de enlace", como le llamaron. La corrupción del régimen una vez más quedo en total evidencia. No solo se violaron los derechos humanos, si no que se robaron el patrimonio de Chile. Eduardo Frei y José Miguel Insulza asumieron el rol de Estado, aun cuando no estuve de acuerdo. A la débil democracia había que protegerla. Muchas víctimas inocentes aún no se encuentran. No se trata de "venganza" buscarlos, es de justicia, para sus familiares.
La madre de estas elecciones está en la Región de Valparaíso. El resto también es muy importante y la contienda es entre más democracia, para defender los derechos conculcados en dictadura, o simplemente someternos a la política del miedo. Insulza tiene a lo menos tres compromisos: el royalty portuario para de Chile; segundo la salud, especialmente para niños y ancianos; y tercero la vivienda digna que es un derecho de los sin casa.
Insulza presidio la comisión de seguridad pública, legislando proyectos que atajaran la violencia y delincuencia, con más Estado en los territorios y menos espacio para el crimen organizado, que azota al país y su población. Después de muchos años, Chile enfrenta comicios presidencial y parlamentarios con voto obligatorio, por ello es que este compromiso cívico el domingo 16 es tan incierto. Aquí solo gana la democracia, con sus defectos y sus grandes virtudes. El "Panzer" con su experiencia da confianza. Su capacidad es reconocida, su honestidad es un ejemplo de servicio público. Pocos como él pueden mostrar un vasto currículo tan meritorio que nos de esperanza en días mejores.
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