En alerta por el respeto de los derechos de los trabajadores

Isabel Allende

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En este nuevo 1° de mayo, en el que celebramos el Día de los Trabajadores, quiero enviar a todos y cada uno de ustedes, especialmente a los de la Región de Valparaíso, un fraternal y cariñoso saludo. 

En esta región, se conjugan día a día, una serie de actividades productivas, y de realidades laborales que nos obligan a hacer un alto, para reconocer y valorar el esfuerzo y empuje de todos quienes se desarrollan en las distintas áreas del quehacer regional, y que hacen posible su crecimiento y desarrollo. 

Desde los dos grandes puertos que han sostenido históricamente gran parte de la actividad regional, hasta la agricultura - que en las últimas décadas ha mostrado un crecimiento exponencial - áreas en los que hombres y mujeres de esta región y del país, entregan su mejor y mayor esfuerzo para el logro de sus metas, el aporte a los objetivos comunes, y sobre todo, para mejorar la calidad de vida de sus familias. 

En los últimos meses, hemos sido testigos como un nuevo Gobierno ha asumido la conducción del país, y para nadie es desconocido que, la matriz ideológica del mismo no es aquella que nos representa; sin embargo, estaremos llanos a colaborar en todo aquello que signifique un avance en materia de respeto y dignidad hacia los trabajadores de Chile. 

De igual manera, estaremos alertas ante los anuncios que ha hecho tanto el Gobierno como los parlamentarios oficialistas, en orden a revisar, y eventualmente modificar, lo que se consiguió en la Reforma Laboral impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet. Recordemos que ésta fue cercenada a partir de la decisión que adoptó el Tribunal Constitucional, restándoles derechos a los trabajadores y mermando su capacidad de negociación efectiva. 

A los trabajadores de mi país les recuerdo que la lucha y las reivindicaciones laborales chilenas no han estado nunca en el simple y llano logro del empleo, sino que en la mejora de la calidad de los mismos. Dicho objetivo solo es alcanzable mediante el fortalecimiento de la sindicalización, y la representatividad de los intereses comunes de los trabajadores.

No descansaremos hasta devolver al sindicato y a los trabajadores el lugar que corresponde en la sociedad, y en la discusión de los grandes temas de nuestro país. 

Tenemos por delante un gran desafío, y una enorme tarea, que es interpretar el sentir de muchos trabajadores que hoy no encuentran en el sindicato un verdadero espacio de crecimiento y representación.

A ellos debemos decirles e invitarlos a una nueva mirada de la organización, que vaya más allá de la coyuntura, o de las fuerzas políticas presentes en su interior, y que exprese realmente, la idea de crecer en conjunto y de alcanzar objetivos comunes en pos de la dignidad y el fortalecimiento de cada uno de sus miembros. 

Nuestra labor es continuar promoviendo una legislación que mejore el tipo de empleo en nuestro país, una labor en la que esperamos contar con ustedes, las trabajadoras y los trabajadores, pues solo la unidad tras un objetivo común, tan deseable para alcanzar la calidad de vida que sus familias se merecen, debe ser motivo suficiente para aunar nuestras voluntades. 

Siempre, en la propuesta de un Trabajo Decente, impulsado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encontrarán en mí, una senadora que estará con vosotros, apoyando sus reivindicaciones y sobre todo, promoviendo más y mejores derechos para cada uno de ustedes.