La desigualdad socava la democracia
En estos días se ha reiterado la información que una renombrada figura televisiva usaba un cuestionable método para recibir su remuneración que, aunque mantenida en reserva, se sabe perfectamente bien forma parte del grupo de altos ingresos, es decir, que ha empleado desde hace varios años un mecanismo de elusión en el pago de impuestos.
Se trata de un caso de alta connotación pública por quien aparece involucrada, pero esa noticia sólo confirma lo conocido o denunciado en ocasiones anteriores, esto es que personas ampliamente destacadas por su presencia en los medios de comunicación resultan evasoras del correcto cumplimiento del pago de sus obligaciones tributarias.
Ahora bien, no es sólo el actor, actriz, locutor o locutora muy famosa o destacada. Por cierto también incurren en este juego lesivo para los intereses de Chile sus respectivos empleadores, vale decir, los ejecutivos de las sociedades controladores de los canales de televisión abierta del país que recurren a tales mecanismos.
Así, se corroe la gobernabilidad democrática por los aprovechamientos e injusticias, reiterándose la tan repudiada situación que la ley obliga sólo a aquellos que no pueden evitarlo y los que tienen algún nombre o autoridad hacen lo que quieren. Se trata de abusos de poder que revelan la acendrada mentalidad oligárquica de quienes se creen los dueños del país.
Ahora bien, confirma esa conducta de "lavarse las manos" o irresponsabilidad ante los propios actos el exgobernante Sebastián Piñera, según informan los medios de comunicación, porque en la investigación que lleva adelante la fiscal Ximena Chong señaló que la responsabilidad "operativa" en el despliegue de Carabineros durante el estallido social correspondía a los propios mandos de la institución.
Así, quien ordenó reprimir, porque era una "guerra", se declaró inocente.
Esa "doctrina", auto exculpatoria, es la misma que arguyeron los crimínales de guerra nazis en el juicio de Nuremberg, su lógica es que quien dio las órdenes se salva y el que obedeció paga por los crímenes que cometió por "orden superior". El que es pillo se ríe de sus atrocidades y el esbirro que ejecutó las más viles acciones va preso. De acuerdo a una de sus propias frases sería un "cómplice pasivo".
Con razón se comenta en la derecha de sus tratativas para repostularse a la Presidencia de la República. No sería raro que impusiera una nueva candidatura. Hay otro refrán aplicable en este caso, "con plata se compran huevos...." y Piñera que cuida mucho cada peso de su inmensa fortuna, en el caso de la Presidencia si está dispuesto a "invertir".
Hasta el presente no se ha inventado un sistema político capaz de superar al régimen democrático, pero que tiene fisuras y perforaciones por donde se cuelan prácticas reprobables cómo la evasión y elusión tributaria y otros abusos de poder, es penoso, pero es una realidad. Por eso, hay que fortalecer la estabilidad democrática dotando la legislación de herramientas eficaces en el control y sanción de tantos abusos de poder, incluyendo las disposiciones indispensables de la reforma tributaria y no se inventen tantos artilugios.
Asimismo, se trata no sólo de contar con un articulado que castigue las malas prácticas sino que también de fortalecer el compromiso social fundamental para cumplir con las obligaciones individuales esenciales para el bien común y la vida en una comunidad democrática, entre ellas, el respeto irrestricto a los derechos humanos. Así, Chile será un país más seguro.
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