Las primarias y la gobernabilidad democrática

El esfuerzo para que los países logren tener un régimen democrático estable, que garantice el respeto a la voluntad soberana de las naciones y no tengan que soportar los caprichos y desbordes aventureros de sus gobernantes, es una brega internacional. Para comprobarlo es cosa de ver los sucesos que conmueven a Estados Unidos, señalado desde el término de la II Guerra Mundial como el prototipo del sistema democrático a seguir por los Estados que ahora se estremece frente a las "órdenes ejecutivas" de Donald Trump, quien un día dicen una cosa y al siguiente hace lo contrario. O el caso de Israel, que se convierte en genocida de otro pueblo, como sucede con la masacre que sufre el pueblo palestino.

Es una prueba dramática de cómo el proceso de elección de los gobernantes ha adquirido una trascendencia mucho mayor que la que le asigna una parte significativa de la ciudadanía, suele pasar que algunos de ellos subvierten la legalidad arrogándose atribuciones más allá de las que les corresponden y desde esa práctica ilegítima emergen brutales dictadores, de diverso signo ideológico, conspirando con los altos jefes castrenses y otorgando a las oligarquías locales suculentas ganancias y un galopante enriquecimiento ilícito.

En Chile eso ocurrió en el régimen dictatorial, y ahora en democracia no es ajeno a estas veleidades. Existen figuras autoritarias, demagogos entrenados y oligarcas con apetitos ilimitados pensando solo en cómo logran imponer su interés personal en las próximas elecciones sea levantado opciones propias, cercanas o allegándose a los "núcleos controladores" de las que ya compiten.

Por eso, el proceso de primarias para el próximo 29 de junio es importante. Que una coalición de partidos de comprobada tradición patriótica y espíritu nacional sea la única que acepto el reto de participación ciudadana como determinante y, en su entendimiento, confluyan fuerzas reformistas, organizadas con la voluntad de tener una candidatura común electa democráticamente, es un hecho altamente relevante.

En la situación actual es decisivo contar con una voluntad común establecida en las tareas centrales que el conglomerado va a ejecutar desde el gobierno. La Presidencia de la República es fundamental en la gobernabilidad democrática de Chile, por tanto, quien asume esa responsabilidad debe llevar a cabo un Programa que refleje objetivos colectivos que den cuenta de una sólida mayoría nacional que se agrupe en torno a esos propósitos.

Es la clave en una etapa de grupos populistas desembozados es separar aguas de los ambientes mesiánicos que ofrecen lo que les viene a la cabeza. No da lo mismo quien gobierna. Las fuerzas que fundamentan su propuesta desde el respeto a la dignidad del ser humano y la justicia social son esenciales.

Efectivamente, no se trata solo que "los trabajadores sean cada vez más productivos" como define sus objetivos, con su habitual tono patronal-autoritario la candidatura de la derecha que ve en ellos simples robots para aumentar las fortunas de unos cuantos. Tampoco el país está "quebrado" como afirmó hace algunas semanas.

La responsabilidad política aunque pareciera que está en un periodo de retroceso a la postre resulta fundamental. La acción gubernamental adquiere y revela el alto valor de la política para la gobernabilidad democrática y el bienestar social. Por eso, la ciudadanía finalmente toma distancia de caudillos vociferantes o deslenguados, pero cuyo minuto de gloria es efímero.

En consecuencia, es una tarea primordial invitar a la más amplia participación en las Primarias en las que se inscribieron las organizaciones del acuerdo "Unidos por Chile". La derecha tradicional y la ultraderecha no tuvieron acuerdo confirmando que su compromiso con la gobernabilidad del país está en un lugar secundario frente al objetivo de medir fuerzas entre ellos.

Una vez más la izquierda y la centroizquierda actúan con la responsabilidad que han tenido históricamente colocando en el centro de su accionar lo que une por sobre lo que divide. No fue fácil. Se plantearon diversas alternativas legítimas previas a la Inscripción.

En lo personal, subrayo la estatura política y la generosidad de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, al retirar su opción apoyada, unánimemente por el Comité Central del Partido Socialista, y respaldar a Carolina Toha. Así, en los hechos, indicó que Chile esta primero. Por tanto las primarias de "Unidos por Chile" son un aporte enorme al país, es el camino de la victoria.

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