¡Oh! y ahora ¿Quién podrá defendernos?

Ignacio Imas Arenas

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A pesar de lo expresado por el vicepresidente de la Convención, y los incentivos negativos para participar de una elección donde el mandato puede ser transitorio o reducido, la presidencial de este año es -para mi gusto- la más importante desde el retorno a la democracia. Los hechos derivados de los diversos tipos de crisis luego de lo ocurrido el 18 de octubre de 2019 y con el Covid-19 ponen en situaciones complejas en materia política, social, económica, y sanitaria, una mezcla que, matices más, matices menos, configuran un escenario que no cualquiera debería asumir.

A contrapunto, y lamentablemente, hoy las candidaturas presidenciales con chance de ganar no garantizan del todo importantes grados de gobernabilidad, lo que es complejo para lo que viene.

Claro ejemplo de falta de gobernabilidad lo representó el trámite en la Cámara del proyecto de ley del cuarto retiro de fondos de pensiones. Ya era una idea que puso en jaque a la actual gestión, situándola en posiciones incómodas y teniendo líneas de acción distintas y erráticas. Tanto fue así, que tuvo como impacto cambios en el Gabinete, crisis dentro del oficialismo, y con el Tribunal Constitucional, algo no menor para el largo listado de otras problemáticas que ya venía teniendo el Gobierno actual.

Y para los presidenciables fue igual de enredado. El diputado Boric en un primer momento se puso contra el nuevo retiro, después, ante la el rechazo que vio respecto a su postura en sus diputados, negoció indicaciones que fijaba impuestos a rentas altas, lo que tampoco fue apoyado por todos los partidos de su pacto. La senadora Provoste no mostró una postura clara al inicio, senadores ya adelantaron su rechazo a la idea de legislar y finalmente ella expuso que bajo el pretexto de las pensiones alimenticias se debe aprobar la iniciativa. Por último, Sichel fue enfático de rechazar el proyecto, sin embargo, rápidamente congresistas de su sector además de criticarlo por la forma que utilizó el exministro, avisaron que aprobarían.

Todos estos ejemplos dejan en claro que los tres candidatos no logran algo mínimo como cuadrar sus equipos detrás de sus posturas, y en los dos primeros aprobar un proyecto que, aunque resulte popular es fiscalmente, digámonoslo, peligroso.

Con todo, las elecciones presidencial y parlamentaria de este año son tan vitales como el resultado de la Convención para el futuro de las próximas décadas. El futuro Presidente heredará un país convulsionado y en plena crisis de distinta índole. Los liderazgos presidenciales se han visto afectados por el ya famoso nuevo retiro, tal vez un adelanto de lo que viene, porque sabemos algunos congresistas han anunciado que propondrán retiros hasta terminar con los fondos de pensiones, sin explicarnos aún por qué si se acaban las platas para financiar pensiones se acabarán con las AFP.