Paradojas de la elección de EEUU
Muchas personas estuvimos intensamente pendientes de la elección presidencial que se celebró en Estados Unidos el martes 03. Y ¿por qué no estarlo? ese país simboliza mucho para todo el planeta, sus políticas afectan directa o indirectamente a un país tan abierto como el nuestro, y finalmente las acciones inesperadas de Trump generan comentarios que han permeado fuertemente nuestra dinámica política.
Por tanto, no era una sorpresa que muchos pasáramos horas frente a la TV o leyendo la prensa, pero los distintos sucesos y fenómenos que ocurrieron en esa elección se transformaron, a mi juicio, en paradojas para el momento que actualmente vivimos.
Existe satisfacción por la victoria de Joe Biden en la elección, pero olvidamos que fue electo senador a los 29 años, cargo que ocupó hasta ser nominado candidato a vicepresidente por Barack Obama en 2008, donde estuvo otros ocho años, y ahora será presidente. Hoy en Chile pasamos por un fenómeno donde se reniega por políticos que pasan años ejerciendo cargos públicos, aunque estos obtengan la voluntad popular en una elección, tanto es así que se legisló por la no reelección.
Desde hace semanas, debatimos por un rango superior per se a quienes vienen de fuera del establishment político y hemos comenzado a priorizar para convencionales figuras mediáticas.
Olvidamos que Trump era un independiente y no tuvo experiencia política anterior.
Existe una animadversión por los partidos tradicionales y sus liderazgos históricos, los han condenado por ser parte de los llamados “30 años” y son blancos de críticas ácidas por muchos.
Olvidamos que los partidos Demócrata y Republicano vienen desde el Siglo XIX y muchas de sus figuras, Biden, son dirigentes políticos con larga data.
Se destacaron los discursos del presidente electo Biden y la vicepresidenta electa Harris llamando a la unidad el país, él dijo que este es “un tiempo para sanar”, pero continúan hablando sobre las tres comunas donde ganó el rechazo o el menosprecio de partidos y dirigentes.
Lo que pretendo es destacar que el tiempo que viene debe ser de construcción en conjunto, o marginaremos a una parte importante del país por discursos guiados por lógica de “ellos-nosotros”, “todo lo anterior está mal”, y/o “nosotros somos los llamados a cambiar esto”.
Ni los dirigentes políticos son malos por el simple hecho de serlo, ni los independientes son buenos por no pertenecer a un partido, existen matices en todos lados.
Estados Unidos prefirió un político de oficio con un perfil moderado que propugna los acuerdos por sobre la confrontación quien, si bien tuvo reticencias de los sectores no moderados de los demócratas, logró consensuar con ellos. Nosotros parece que preferimos liderazgos con un perfil distinto, más bien duros que buscan posiciones más bien extremas.
El proceso constituyente que iniciamos con la victoria del Apruebo es una oportunidad de construir en conjunto las nuevas reglas del juego que nos regirán.
Los discursos de Biden y Harris si bien no están dirigidos a nosotros, debemos hacerlos nuestros, porque de todos dependerá si preferimos construir un nuevo Pacto Social en la unidad y no pensando en una vendetta. En 1980 se marginó a parte del país, no sigamos ese ejemplo.
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