Navidad es tiempo para reflexionar sobre lo que somos, lo que hicimos o dejamos de hacer por nuestro prójimo, en la espera del niño Jesús, según la tradición judeocristiana, y en un año tan convulsionado como éste. O simplemente caemos en un exacerbado consumismo que nos deja a todos endeudados, debido a la dura competencia irreflexiva de quién compra el regalo más ostentoso del vecindario.
Mientras tanto, miles de niños, niñas y adolescentes en el planeta no tienen un mendrugo que echarse a la boca, salvo escapar de una bomba asesina, que puede acabar con su inocente vida, si es que se le puede llamar así. En este mismo contexto permítame destacar a tres grandes mujeres, pioneras, que hicieron historia durante este año. Disculpándome de tantas otras que anónimamente han contribuido, con su trabajo, paciencia y esfuerzo, a mantener unida al grupo base de la sociedad: la familia.
Dorothy Pérez, la primera mujer que ocupa el importante cargo de titular de la Contraloría General de la República, función que desde su creación siempre lo desempeñaron distinguidos varones, con más o menos relevancia en sus fiscalizaciones a los organismos dependiente del Estado. Inmediatamente se notó su impronta. Cambiando equipos de trabajo, realizando una nueva estructura interna, donde el principal objetivo del contralor era ese, verificar que los dineros, provenientes de todos los chilenos (as), estaban bien gastados.
El más notorio y principal terremoto que causó fue con los viajes y las 25.000 licencias médicas, la mayoría de ellas fraudulentas, causando un gigantesco forado al sistema de salud. La gran estafa al tesoro público conocido. Nadie escapó de ser investigado, cayeron in fraganti ministerios, municipalidades, Fuerzas Armadas, Parlamento, y sobre todo, mafias de médicos, nacionales y extranjeros, que las vendían con pingues ganancias.
Gloria Ana Chevesich, la primera mujer al mando de la Corte Suprema, a partir de la votación unánime de sus pares, y después de 200 años de existencia del tercer poder del Estado. Así se mantuvo una tradición de respetar la mayor antigüedad en el servicio de impartir justicia. Elegir a quien le correspondía, por su extensa carrera judicial.
Con 40 años en la judicatura, su hoja de funcionaria publica es impecable, persona que da confianza, credibilidad y por sobre todo, genera respeto con sus fallos. La tarea que emprende no le será nada de fácil. El Poder Judicial está en crisis, situación que arrastra por décadas, lo que significa que la justicia chilena está al mejor postor, por causa de jueces corruptos. El daño es irreparable para la fe pública. Solo en estos dos últimos años, el Congreso Nacional ha destituido tres ministros del máximo tribunal y uno de la Corte de Apelaciones. La tarea de limpieza que deberá realizar, doña Gloria no le será nada de fácil, ojalá que sus colegas le acompañen en esta difícil misión.
Jeannette Jara, primera mujer comunista candidata a la Presidencia de la República en representación de una alianza de partidos. Después de ganar una primaria, que enfrentó limpiamente, luego el 15 de noviembre superó a sus siete adversarios en la primera vuelta. Jara inicia una nueva etapa de su vida, para seguir sirviendo al país, no me cabe duda que será exitosa.
Ministra del Trabajo del gobierno del Presidente Gabriel Boric, se ganó un merecido espacio. Reconocida por su capacidad de llegar acuerdos con la oposición para tramitar leyes de larga data en el Parlamento, en beneficio de las grandes mayorías de las y los trabajadores. No solo convenció a las bancadas opositoras, el sector duro fueron las asociaciones gremiales empresariales, que se oponían tenazmente a las reformas laborales, como las 40 horas entre tantas otras. Los logros obtenidos en su cartera hablan por sí solos. Una mosquetera que no paró de trabajar hasta el último día de su mandato.
El resultado por todos es conocido. Le fue adverso, pero no debe ni siquiera por un segundo opacar la tremenda labor que realizo en 3 años al mando del ministerio. Muchas serán las conclusiones, analistas emergen, otros que remaron en contra, basado en un anticomunismo trasnochado. Lo peor fue que no hubo la misma reciprocidad ante otras elecciones donde la otrora Concertación recibió el apoyo incondicional. Habrá más generales que soldados después de la batalla perdida, sobre todo la juventud que se comprometió, demostrando que estamos construyendo entre todos, una democracia sólida, que sabremos defender y mantener. Chile ha dado muestra de respetar los resultados, así lo hizo de inmediato la candidata derrotada en segunda vuelta.
Tres mujeres valiosas, por las que Chile debería sentir orgullo.
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