PPD: después de vivir 35 años…

"Es como descifrar signos, sin ser sabio competente. Volver a ser de repente tan frágil como un segundo...Volver a sentir profundo"

El Partido por la Democracia (PPD) está de aniversario este 15 de diciembre: cumple 35 años de existencia. Fue fundado en el año 1987 en una sencilla ceremonia realizada en el Club Español en Santiago, cuando gobernaba todavía el país Augusto Pinochet.

Llegar a su fundación no fue un camino fácil. De partida, se hacía uso de una fórmula, crítica, instaurada por la dictadura que sólo permitía la formación de partidos que no representasen ideologías que ya habían sido declaradas proscritas en el ordenamiento constitucional y jurídico del régimen, esto es, cualquier intento por restablecer los partidos de izquierda. La ley permitía, sin embargo, el resquicio de que tales nuevos partidos pudiesen ser constituidos con una declaración "no ideológica" y con personeros "legalmente" aceptables por el orden jurídico. El paso para seguir era controversial: diversos personeros del mundo progresista y de oposición a Pinochet vieron en esta fórmula un camino para generar un gran partido por la democracia, ciudadano y de inspiración humanista, que tendría un carácter instrumental, para abordar -principalmente- la campaña emblemática del No a partir de 1988.

La idea sustantiva de quien lideraba este proyecto, el entonces abogado y economista Ricardo Lagos, es que la mayor cantidad de dirigentes de los partidos de oposición pudiesen sumarse a esta iniciativa. El PDC señaló que ellos cumplían los requisitos básicos de la ley para reconstituirse como partido. El PR apeló a su trayectoria histórica. Los dirigentes del proscrito Partido Socialista no podían identificar el nuevo partido como "socialista". Lagos y el consejo fundacional inicial resolvieron entonces dar el paso necesario y constituir el PPD, al que se sumaron grupos radicales, liberales, otros provenientes de la Izquierda Cristiana y una gran cantidad de personalidades de la sociedad civil y de la cultura que comprendieron que el PPD podía ser un gran espacio político para canalizar parte fundamental de la lucha antidictatorial. Desde la izquierda, por cierto, surgieron observaciones críticas por cuanto se señaló que formar un nuevo partido, bajo las condiciones impuestas por la dictadura, contribuía a legitimarla.

Unas 200 personas concurrimos al sencillo salón de eventos del club ese 15 de diciembre de 1987. No había más producción que unas cuantas sillas en el escenario y un artesanal lienzo hecho a mano. Luego, todo sería simbólico hasta la firma del acta de fundación. Fue un comienzo modesto y que con el paso de las primeras décadas se convertiría en un proceso más profundo. El PPD fue fundamental en la campaña de firmas de apoderados por el No. Fue articulador y eje del comando y de las muchas iniciativas que permitieron llegar al triunfo del 5 de octubre de 1988. Luego, y manteniendo una doble identidad, PS-PPD, por la presencia significativa de militantes del PS, junto a la DC y el PR y otras colectividades se consolidó la Concertación de Partidos por la Democracia, con la cual se ganó la elección presidencial con Patricio Aylwin en 1989.

Su primera Declaración de Principios recogió contenidos esenciales de la lucha por los DD.HH. y documentos internacionales. Sus bases programáticas fueron visionarias pues sin el peso histórico de las ideologías tradicionales, el PPD logró avizorar y comprender los grandes temas ciudadanos que debían ser considerados para un nuevo tipo de sociedad y puso en la mesa los temas del medio ambientes, derechos de género y de las minorías, pueblos indígenas y familia, entre muchos otros, contribuyendo a importantes reformas y leyes que fueron modificando el estándar de muchos derechos básicos.

Hoy, a 35 años de su fundación, muchos de esos temas ya han sido ampliamente recogidos por la sociedad y el desafío hoy es el de volver a pensar el Chile de los próximos 20 años y proyectar los nuevos temas sociales y culturales.

En 1991 un amplio sector de militantes PS-PPD se volcaron a fortalecer el PS, que volvió a ser reconocido con todos sus derechos. Se creyó que el PPD se disolvería, pero una enorme cantidad de militantes nuevos y de carácter ciudadano confirmó su decisión de mantenerse en el PPD y fortalecer sus identidades. Los resultados electorales fueron promisorios y el partido adquirió protagonismo municipal, comunal, regional y nacional, tanto a nivel de gobiernos locales, como en el Estado y en el Congreso, dejando instalada una huella relevante de iniciativas.

En el momento actual, en 2022, a 35 años de su fundación en diciembre de 1987, el PPD ya ha resuelto en su IV Consejo estratégico del 2019 las bases de un programa político y social innovador que requiere ser ampliamente trabajado, incorporando las demandas actuales y poniendo al día sus propuestas de futuro. Es lo que todos esperamos de nuestras colectividades políticas con sello progresista. Y que en estos años siguientes todo sea para mejor.

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