Resetear la política chilena

Un estudio IPSO-Espacio Público realizado en marzo pasado, denominado "¿Cómo vemos el proceso constituyente?", muestra una radiografía de la mirada que tiene nuestra sociedad frente a tan relevante proceso.

Uno de los temas que le preocupa es claramente el resetear la política chilena. El término resetear viene de reset, que en idioma inglés consiste en el reinicio, o bien, la reposición hacia un estado inicial, una vuelta al principio o bien un nuevo comienzo.

El mismo estudio señala que la población tiene miedo que los políticos "secuestren" la Constituyente. ¿Por qué la sociedad le tiene miedo?¿por qué hay tanta desafección con la política, siendo ésta tan importante para las vida democrática?

La política actual no tiene destino alguno en el siglo XXI. Definitivamente todas las corrientes están ancladas en el pasado. En conceptos populistas, de defensa de intereses de grupos, de la lucha de clases, del apoyo o rechazo a la dictadura militar, del mesianismo político al sentirse poseedores de la verdad, de defensa el clientelismo político y la farandulización. El obstruccionismo de lado y lado, la irresponsabilidad política, la búsqueda de protagonismo más que pensar en el bien común. El pobre diálogo, la inconsecuencia política. En fin los males son muchos y largo de describir, todos demasiado evidentes.

¡Por eso la sociedad considera que hay que resetear la política!

Este proceso debe implicar un importante cambio de paradigmas. Primero en la estructura del Estado, porque el sistema presidencialista actual no da el ancho a las necesidades del Chile del futuro. También valorar una política de servicio y no para servirse de ella. Terminar con este eje de izquierda y derecha que hoy dice poco o nada de coherencia y consistencia con principios, que es lo que la gente anhela de sus dirigentes.

Esto no cambiará solo con buenas intenciones, pasa por remuneraciones más justas y no el escándalo que nuestro Parlamento sea uno de los más caros del mundo. Mientras en países como Alemania, Suecia, Nueva Zelandia, Noruega, Francia y España un congresista tiene como ingreso equivalente entre 3 y 5 sueldos mínimo, en Chile son 33 sueldos mínimos. Los mismos que defienden una menor desigualdad, una mayor equidad social.

Es necesario también que los representantes electos en todas las funciones públicas, tanto por elección directa o indirecta, deben dar cuenta permanente del trabajo realizado y la comunidad debe tener la facultad de remoción si siente que ya no la representa o no cumple efectivamente su función.

Deben haber rotación en los cargos, todos con fecha de caducidad. Es necesario terminar con la profesionalización de la política amparada en el clientelismo.

Como la sociedad ve como muy improbable que los mismos partidos políticos actuales estén dispuestos a resetearse, temen seriamente que secuestren la nueva Constitución para sus intereses. De allí que sea importantísimo que la mayoría de los constituyentes sean independientes y no tengan que responde a partidos, sino a la comunidad que los eligió. Ojo, pero deben ser independientes reales sin apellido, porque los independientes en listas de partido llevan agua al molino del partido al favorecer su lista y es muy difícil que estén disponibles para resetear la política.

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