Pasé de curso

Para muchos, la pregunta "¿pasaste de curso?" nunca generó conflictos: cada año avanzaban sin problemas. Sin embargo, existe un grupo de niñas, niños y jóvenes para quienes esta respuesta no es tan sencilla. Para ellos, la noticia recurrente es la repitencia, y en voz baja confiesan: "Me quedé pegao".

Entre las causas más frecuentes de exclusión escolar se encuentra la repitencia y ésta se asocia a dificultades de aprendizaje; necesidades educativas especiales que no han sido abordadas; salidas anticipadas debido a reiteradas problemáticas de convivencia escolar; problemas familiares con alto impacto en la salud mental. Todo, acompañado de abandono social general.

En Chile, el 76% de los estudiantes que repiten provienen del 40% más vulnerable de la población, lo que evidencia una problemática país. La legislación actual contempla la repitencia en el marco del decreto 67 de evaluación/promoción y es una decisión que se toma tras un plan de acompañamiento y análisis del consejo de profesores. A pesar de los avances, seguimos por sobre el promedio de educación media de la OCDE (Education at a Glance 2025).

En las escuelas de reingreso de Fundación Súmate, los jóvenes llegan con un rezago promedio de tres años. Esto significa que comparten aula con compañeros que están en distintos puntos de partida. Cada uno requiere una escuela que ofrezca respuestas claras y un abordaje responsable del rezago, la baja autoestima, la falta de confianza y un vínculo dañado con la experiencia educativa y los adultos que es necesario reparar.

¿Qué implicancias tiene esta diversidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje? La mayor es el trabajo diferenciado y colaborativo que realizan los educadores considerandos las diferencias de los estudiantes. Una variable clave es el vínculo que generan los adultos con los jóvenes y entre los compañeros para resignificar la experiencia escolar. Es decir, ser acogidos, respetados con su historia y guiados en el proceso de aprendizaje con metodologías flexibles y adecuadas a sus necesidades en intereses sumando la formación en los oficios con que egresan de la enseñanza media.

Reforzar la capacidad de los jóvenes de ser protagonistas de su aprendizaje es la labor del equipo de cada escuela. Pasar de curso con los aprendizajes esperados logrados es un imperativo y avanzar en la trayectoria educativa también implica pasar de curso en confianza, respeto por los demás, ejercicio de ciudadanía y amor por aprender.

Así, cada diciembre, mes de celebración de graduaciones, más niños y jóvenes podrán decir con voz firme y clara: ¡Pasé de curso!

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