Soy DC, votaré Apruebo

Estoy convencido de que ninguno de nosotros decidirá su voto por estar de acuerdo o entender en su complejidad la totalidad de los 388 artículos que la propuesta constitucional contiene y que, más bien, dicho texto dibuja un escenario que deberemos transitar para vivir en un mejor país para todas y todos y que, como todas las constituciones, en un proceso de implementación gradual, confiando en la madurez de las fuerzas políticas y los actores sociales, llegará a convertirse en la llamada "Casa de todas y todos".

En una reciente declaración pública leo: "Al adoptar mi decisión he tenido presente que hay elementos en el trabajo de la Convención Constitucional que son valiosos. Me refiero al tránsito hacia un Estado Social y Democrático de derechos, a la ampliación de los derechos sociales, al reconocimiento de los pueblos originarios y la multiculturalidad, a los derechos de las minorías sexuales, a la supresión de las leyes supramayoritarias, y a la definición de nuevas formas de participación. En lo económico respaldo el fin del Estado subsidiario. Y ciertamente, valoro el fortalecimiento de los derechos de la mujer, la preocupación más profunda por el cambio climático, y la aparición de otros derechos, particularmente aquellos asociados a las nuevas tecnologías".

En su habitual estilo parco y sintético, el expresidente de la República, camarada Eduardo Frei, señala de una manera brillante los aspectos esenciales que aporta la propuesta constitucional para un nuevo Chile. ¡Me entusiasma ayudar a construir ese país! Justamente, por esta descripción, que agradezco, es que como militante DC votaré Apruebo.

Luego, en su declaración, el expresidente, expresa tener "discrepancias insalvables sobre varios contenidos de esta propuesta los que considero comprometen la paz, el desarrollo y la prosperidad de nuestro país". Se trata efectivamente de temores que escapan de lo que la propuesta constitucional explícitamente plantea y que se refieren fundamentalmente a: sistema político, independencia de los jueces, regionalización y plurinacionalidad.

Lo más grave es que, en estos temores que manifiesta el militante Frei, se observa un desconocimiento absoluto de los documentos oficiales del partido que ya desde el V Congreso (2007) y luego en el Documento de Invitación al VI Congreso (2020) ha venido tomando posición y preparando la renovación de la DC para asumir los nuevos escenarios y los nuevos desafíos de la sociedad global en la que estamos insertos.

Por ejemplo, respecto al sistema político, en el V Congreso, número 131, nuestro partido señaló: "Proponemos optar por un régimen unicameral que representa mejor la soberanía popular. Una sola Cámara para un nuevo Chile asegura el equilibrio de los poderes". Jamás se planteó que ello nos condujera a una dictadura. Además, para ser fieles a la verdad, en el texto constitucional propuesto se establecen 2 cámaras con facultades específicas, con sesiones conjuntas en varias materias y con atribuciones comunes en un amplio conjunto de normas importantes.

La discrepancia es perfectamente admisible, pero crear temores sin argumentos o faltando a lo establecido expresamente en el texto constitucional propuesto, es impropio de un debate serio y lamentable si quien lo hace es un expresidente.

En su declaración pública, el militante Frei agrega -con total olvido de las facultades que ejerció cuando fue Presidente- otro de sus temores: "... el texto arriesga que los jueces sean controlados políticamente a través del Consejo de la Justicia...". Es justamente lo que sucede ahora, en que, por ejemplo, los ministros de la Corte Suprema son nombrados por el Presidente de la República con el acuerdo del Senado, estableciendo verdadero cuoteo político. Hay que recordar que la creación del Consejo de la Justicia -que libera a la Corte Suprema de funciones administrativas y disciplinarias- existe en otras experiencias y aquí ha sido demandada por la propia Asociación Nacional de Magistrados.

Un tercer temor se refiere a que la regionalización en la forma propuesta "hace que se frustre por una superposición de autonomías...". Recordemos a este respecto, que nuestro V Congreso afirmó en el numeral 136: "Para ganar el futuro, Chile se debe construir desde sus regiones. La Democracia Cristiana considera que el proceso de descentralización impulsado por los gobiernos de la Concertación es aún insuficiente. Asumimos el compromiso de su profundización, propiciando un desarrollo más equilibrado de nuestro territorio y sus habitantes, reconociendo nuestras capacidades y potencialidades a nivel regional y local y relevando el rol de la sociedad en la construcción de su destino".

Es claro que, siendo perfectible, lo propuesto en el texto constitucional representa un claro y profundo avance en la dirección señalada que el expresidente, en una sola frase, anticipa que fracasará.

Finalmente, en sus aprehensiones el militante Frei señala: "la plurinacionalidad en la forma que está propuesta puede ser una amenaza al Estado unitario y a la igualdad de derechos de los habitantes del país. El poder que se entrega a los pueblos originarios para vetar iniciativas administrativas o legislativas, constituye un privilegio que no tiene el resto de la ciudadanía".

Baste citar aquí el documento del V Congreso en su numeral 137 referido a los Derechos Humanos, que ya en 2007 señaló: "...es preciso la inmediata aprobación y ratificación del Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas". Y en el voto de la Junta Nacional de septiembre 2020 se ratifica de modo que no puede ser ignorado por sus militantes: "La Democracia Cristiana se compromete con nuestros pueblos originarios, en su reivindicación de avanzar hacia un estado plurinacional y escaños reservados en la Convención Constitucional, y en todas aquellas medidas que permitan reencontrarnos en paz, justicia y armonía".

Pues bien, como se ha demostrado el proyecto de Constitución propuesto incorpora específicamente el numeral a) del artículo 1 del Convenio 169 de la OIT y como el expresidente Frei no puede ignorarlo, éste es ley para Chile, después de haber sido aprobado por el Congreso Nacional, desde el 15 de septiembre de 2009. No hay aquí amenazas al Estado unitario, garantizado por lo demás en el articulado de la propuesta.

Justamente, por todo lo anterior, y debido a que los temores que lo llevan a decidir su rechazo, además, escapan de las propias definiciones que ya, con anterioridad a la propuesta constitucional nos hemos dado como partido, es que como militante DC votaré Apruebo. Y, por último, no menor, la reciente Junta Nacional del partido, en un voto político aprobado por una clara mayoría, llamó a votar Apruebo en el plebiscito de salida del proceso constituyente. Por esta otra razón, como militante DC votaré Apruebo.

Tanto el expresidente como los militantes que han llegado a ocupar cargos de elección popular gracias al apoyo del partido y al trabajo abnegado de miles y miles de militantes a lo largo del país, regiones o distritos, saben que la libertad de conciencia se ejerce en el secreto de la urna y no autoriza a levantar y a difundir posturas que vayan en contra de los acuerdos institucionales del partido. Es triste ver que esas personas, incluido el militante Frei, actúen en contra y pretendiendo ignorar los valores y los acuerdos del partido que tanto les ha dado.

Tal como señala el documento que invita al VI Congreso de la DC: "Si quiere ser auténticamente fiel a los estándares exigentes del humanismo cristiano, nuestro partido nunca podrá contentarse con una correcta administración del orden vigente. Con Emmanuel Mounier, queremos decir que "hoy no se puede ser totalmente cristiano sin ser un rebelde". Y por mucho que pueda sentir una legitima satisfacción por el progreso que ha contribuido a generar, nunca podría, sin negarse a sí mismo, dejar de ser parte de las fuerzas de cambio que buscan una sociedad más solidaria y fraterna. No somos jardineros, somos sembradores".

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado