Es razonable que los partidos tengan, entre sus objetivos prácticos, aspirar a la mayor participación posible en la administración del Estado, toda vez que ello les permite tener más capacidad para llevar adelante sus propuestas programáticas, que se condicen, en general, con sus propuestas ideológicas y sustento doctrinario.
Sin embargo, cuando ello aparece, de manera desmesurada, como la intención prioritaria de sus dirigentes, sólo colabora en el desprecio ciudadano a la actividad política, debilita el sistema de partidos y ayuda al debilitamiento de las instituciones democráticas, lo que favorece la adhesión a propuestas populistas y, como se observa en buena parte del mundo, en los últimos años, el resurgimiento de propuestas neo fascistas que se expresan, en nuestro país, con los resultados de la encuesta CEP, donde un 44% están disponibles, ya, para aceptar como opción prioritaria o circunstancial, regímenes autoritarios, forma atenuada para denominar a las dictaduras.
Algo de eso está ocurriendo con muchas intervenciones de algunos dirigentes oficialistas, en relación al eventual cambio de gabinete, que estaría analizando el Presidente Boric.
Debieran moderarse, aunque la participación dentro de un gobierno de coalición está, razonablemente, influida por la adhesión ciudadana que cada uno de esos movimientos representa; otra cosa es estar, día a día, a través de toda la prensa, "aspirando a cargos" dentro del aparato central del Estado, sin mucho pudor y, sobre todo, sin asegurar porque lo "harían mejor" que otros.
Parecieran no darse cuenta que los ciudadanos están cansados de ver, especialmente en la TV, horas de declaraciones y comentarios negativos pues, "los políticos solo hablan de los temas que les interesa a los políticos"
Una de las últimas "noticias" señala que "el Presidente podría aplazar el cambio de gabinete para el 8 de mayo; es decir, esperar a ver "cuanto pesa" cada partido, para ver como se reparten las responsabilidades (o el poder).
Solo una sugerencia, al Presidente Boric. A todos los que nos interesa que al gobierno le vaya bien, nos da lo mismo que quien sea ministro o subsecretario, sea del partido que sea pues, como se conoce en el viejo refrán "no importa el color del gato, lo que importa es que cace ratones".
Y, un agregado, ojalá los cambios incluyan al Ministro de Educación, que parece tener muchos temas en la carpeta salvo la recuperación de los aprendizajes perdidos por los 3,5 millones de escolares, en los últimos 3 años.
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