Los recientes acontecimientos que involucran el secuestro en territorio nacional del ex teniente venezolano, Ronald Ojeda, reconocido opositor al régimen de Maduro y refugiado político en Chile, parecen ser la punta del iceberg de una crisis de seguridad regional que involucraría operaciones de la inteligencia venezolana en suelo chileno.
De comprobarse la vinculación y ejecución del operativo por parte de la dictadura de Maduro, las repercusiones arrojarán esquirlas a la relación diplomática entre Chile y Venezuela y los canales de confianza, que supuestamente se han venido construyendo para enfrentar la crisis migratoria de un país que cuenta con más de ocho millones de emigrantes (más de medio millón de ellos en Chile). Por otro lado, pondrá en duda, y con toda razón, la lealtad del Partido Comunista con su propia coalición de gobierno, a contrapelo de la conocida asociación y constante defensa corporativa del Partido Comunista chileno a la dictadura que encabeza Maduro.
La reticencia y el negacionismo del Partido Comunista chileno ante las violaciones a los DDHH que ha validado y consumado el arruinado "socialismo bolivariano", es vergonzoso y no se condice con el discurso de respeto irrestricto a los derechos fundamentales. En oposición a lo esperado a una izquierda democrática, el PC en su historial se encuentra muy comprometido con el proyecto de revolución socialista venezolana, cuestión que en la interna limita y condiciona el accionar del gobierno de Boric en materia regional. En 2014, la actual vocera de gobierno, Camila Vallejo declaraba: "(...) En Chile queremos dar lecciones de democracia a Venezuela y ellos son el único país con mandatos revocables". Basta con seguir las declaraciones de los últimos diez años de personalidades del PC como Hugo Gutiérrez, Karol Cariola, Daniel Jadue, Claudia Pascual, Guillermo Tellier, entre otros, y no encontrará jamás un mea culpa, al revés, loas, alabanzas, admiración y culpa al "imperialismo"- el mismo libreto de la Guerra Fría- frente a las atrocidades cometidas por Maduro a miles de venezolanos.
Mientras el PC no sea claro condenando los crímenes de lesa humanidad y vejaciones cometidas por la dictadura de izquierda que lidera Maduro, el gobierno liderado por Boric continuará en cumbres internacionales, realizando declaraciones teatrales de "malestar" respecto a las situaciones ocurridas en Venezuela, pero en realidad, no tomará acciones concretas para enfrentar con determinación y resolución política la crisis de seguridad regional que hoy estamos experimentando.
Lo cierto es que en septiembre de 2023 y en el marco de la 78° Asamblea General de las Naciones Unidas, Boric solicitó levantar los bloqueos económicos por parte del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela y Cuba. Paradójicamente, ya en 2018 el Alto Comisionado de Naciones Unidas en su informe "Violaciones de los Derechos Humanos en la República Bolivariana de Venezuela" expuso la descomposición del sistema político y fragilidad de los DDHH en el país caribeño. Los antecedentes señalados fueron corroborados por la Misión internacional independiente de determinación de los hechos de las Naciones Unidas sobre la República Bolivariana de Venezuela. La Misión documentó 122 casos de víctimas que fueron sometidas a tortura, violencia sexual u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes perpetrados por agentes del DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar). ¿Ha realizado alguna acción de protesta o solicitud al resguardo de los DDHH de estas víctimas el gobierno de Chile?, ¿es de extrañar el descaro en el modus operandi de la inteligencia venezolana, ahora en territorio chileno?
No es primera vez que las Fuerzas Armadas venezolanas irrumpen en soberanía extranjera. En 2021 fue secuestrado el también El ex teniente venezolano Franklin Alfredo Caldera Martínez DGCIM, acusando al citado de un grupo de militares que lideró la Operación Aurora, que supuestamente apuntaba a derrocar Maduro, y se lo encarceló en Venezuela bajo los cargos de terrorismo y conspiración política.
En noviembre de 2023 se inició la crisis de la Guayana Esequiba, tras el descubrimiento guyanés de yacimientos petrolíferos. El régimen dictatorial de Maduro anexó por decreto y unilateralmente dos tercios del territorio del Guyana. ¿Importó aquel desvergonzado episodio de vulneración a la soberanía territorial de Guyana? Chile no dijo nada. Irónicamente Chile acaba de denunciar a Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, indicando que la ocupación israelí en la Franja de Gaza "se ha convertido en una anexión", acusando violación sistemática del derecho internacional ¿Por qué la medida es distinta con Venezuela? Porque el PC es socio de la dictadura de Maduro, y a la vez, voz del gobierno de Boric.
Es de esperar que por el bien de Chile, y la gravedad de la crisis de seguridad que estamos viviendo, que el tema Venezuela se tome realmente en serio, pero no con discurso de galería, sino que con medidas resolutivas que involucren a todos los poderes e instituciones que conforman nuestra República.
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