Co-escrita con Sung-Ho Kang, presidente del Instituto de Investigación Polar de Corea (KOPRI)
Las repúblicas de Chile y Corea se encuentran separadas por 18.000 kilómetros. A pesar de esta enorme distancia, ambos países han construido una amistad durante mucho tiempo, apoyándose mutuamente en la comunidad internacional. Este año marca el sexagésimo aniversario de sus relaciones diplomáticas, período en el que ambas naciones han experimentado avances políticos y económicos similares, compartiendo valores universales como la democracia, la protección del medioambiente y el respeto a los derechos humanos.
Chile y Corea también tienen lazos extraordinarios en el Continente Blanco. Cuando Corea dio los primeros pasos para emprender actividades científicas en la Antártica, Chile fue uno de sus primeros aliados. Hasta el día de hoy, Punta Arenas, la ciudad más austral de Chile, sirve como puerta de entrada a la Estación Rey Sejong, de Corea, establecida en la isla Rey Jorge en febrero de 1988.
Los dos países se han convertido en socios a través de una cooperación fluida en el funcionamiento de sus bases y en la realización de investigación científica. En este sentido, es natural que la colaboración antártica se incluya como una de las agendas oficiales discutidas en las cumbres bilaterales.
Un avance concreto y sustantivo lo constituyó la apertura del Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea en febrero de 2016, ocasión en la que acordaron asumir la responsabilidad de proteger el Continente Helado y realizar investigaciones conjuntas sobre cuestiones globales como el cambio climático. Además, Corea y Chile han establecido un "Diálogo de Política Antártica" de alto nivel. Teniendo en cuenta que Chile había llevado a cabo previamente diálogos de política antártica con solo tres países, todos ellos sudamericanos (Argentina, Brasil y Uruguay), su inicio parece bastante significativo.
El Centro de Cooperación Antártica Chile-Corea ha apoyado la operación segura de la base Rey Sejong y facilitado los planes logísticos del rompehielos Araon, además de desempeñar funciones como un canal de consulta para la investigación conjunta. Esta cercanía también nos ha permitido responder rápidamente a diversas situaciones imprevistas, propias del trabajo en condiciones tan extremas como las condiciones polares.
Los esfuerzos del centro permitieron a Corea minimizar las brechas del trabajo en terreno y observación de campo en la temporada 2020-2021, agravadas por la pandemia de covid-19. En particular, es alentador que los talleres de investigación antártica entre el Instituto Antártico Chileno (INACH) y el Instituto de Investigación Polar de Corea (KOPRI) sean facilitados por el centro de cooperación y que tienen como objetivo identificar áreas de mutuo interés y desarrollo.
Algunos proyectos de colaboración significativos están en curso. La investigación sobre el seguimiento a mediano y largo plazo de los gases de efecto invernadero en la península Antártica ayuda a comprender mejor el impacto del rápido calentamiento de la Antártica occidental en el contexto del cambio climático global. La investigación sobre sedimentos marinos que intenta replicar la interacción entre el hielo y el mar de hace decenas de miles de años nos permitirá predecir con mayor precisión el cambio climático futuro. La investigación sobre insectos no nativos reportada por varias estaciones antárticas es un esfuerzo académico para proteger el medioambiente antártico como un ecosistema independiente y como un registro de los cambios causados por actividades antropogénicas. Se espera que los estudios sobre la contaminación marina y la biodiversidad en los océanos de la Antártica occidental, especialmente la investigación sobre la pesca, contribuyan a la recuperación a mediano y largo plazo de los recursos vivos marinos del océano Austral.
El futuro de la cooperación entre Chile y Corea en la Antártica es prometedor. Cuando ocurre un nuevo fenómeno, como la recuente actividad sísmica en la isla Rey Jorge, naturalmente conduce a la acción colaborativa de investigadores e investigadoras. La cooperación científica, que comenzó en temas medioambientales, se ha ampliado a esfuerzos conjuntos para aportar a la comprensión de problemáticas globales y en prácticas destinadas a proteger y garantizar la seguridad ante desastres naturales.
Mientras conmemoramos el 60 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Chile y Corea, esperamos con interés los próximos 60 años de amistad. Deseamos sinceramente que la cooperación bilateral en el Continente Blanco continúe madurando hasta convertirse en una asociación que fomente, no solo el futuro de la Antártica, sino también el del mundo.
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