La argumentaba y enérgica intervención-réplica del Canciller Roberto Ampuero al punto de orden planteado por el Canciller de Venezuela, durante la 48 Asamblea General de la OEA, con motivo del análisis de la situación del citado país, y derivado de los ofensivos comentarios vertidos por su par venezolano al Gobierno e historia de nuestro país, originó una espontánea ovación en el Plenario de esa Asamblea, hecho que sorprendió a los presentes y desconcertó al alto representante del Gobierno de Maduro.
Una vez concluida esa memorable jornada, el Canciller fue abordado y felicitado por los presentes, dado que como indicó privadamente una funcionaria de ese organismo internacional, “el Ministro Ampuero expresó el sentimiento de mucha gente en la región, transformándose en el Canciller de las Américas”.
Por ello, la actitud valiente del Ministro Ampuero constituye un punto de inflexión en nuestra política exterior, dejando atrás una conducta vacilante y ambigua en esta materia, y que debe mantenerse en el tiempo, ya que la defensa y promoción de la democracia y los derechos humanos deben sentirse genuinamente, tanto en la forma como en el fondo.
Termino con las palabras de un gran amigo de República Dominicana, Guillermo Rivera, quien luego de ver la entrevista del Ministro Ampuero en CNN en español me escribió.
“Tu Ministro es un sólido intelectual con el don de la palabra. Se caracteriza por un hablar pausado y es sumamente honesto cuando habla de su evolución en sus ideas politicas. Sobre todo en su estadía en Alemania del Este hasta el día de hoy. No es un oportunista sino más bien un ser humano que ama a su país. Su humildad unido a su inteligencia lo convertirán en un excelente Canciller”.
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