Colapso de urgencias, salud pública, isapre y la gente

Hace unas semanas advertimos, a través de diferentes plataformas y en encuentros con autoridades del Ministerio de Salud, la necesidad de reforzar los equipos de las urgencias en los servicios de salud del país, ante el adelantado, sigiloso y rápido avance de las enfermedades respiratorias propias del invierno.

De hecho, una de las principales medidas que pedimos en este sentido era asegurar la mantención en sus puestos de trabajo a los casi 8.000 funcionarios honorarios Covid, quienes ingresaron al sistema durante la pandemia y que poco a poco han sido trasladados a funciones clínicas sin tener certeza de su futuro laboral.

Junto con ello, hemos advertido adelantar escenarios críticos reforzando los equipos de trabajo, la capacidad logística y de camas del sistema para evitar lo que hoy estamos viendo con trágicas consecuencias: el colapso del sistema de urgencias.

¿Por qué esperar que el agua nos llegue al cuello para tomar medidas? ¿Por qué esperar el colapso teniendo antecedentes en mano que permitían adelantarse a los hechos? Son preguntas que hemos levantado desde nuestra organización, viendo e informando la situación crítica del sistema de salud, y que no han tenido ni respuesta ni demostración de voluntad por tomar las medidas necesarias que beneficien la salud de nuestra gente.

Pero, además de ser un tema de salud pública, este colapso se convierte en un problema político, en medio de un contexto complejo por la conocida crisis de las isapre, donde las aseguradoras privadas han recurrido sin asco a la campaña del terror contra el sistema público de salud.

La campaña contra el sistema público de salud, que no da cuenta de que centros médicos privados también se encuentran en situación de colapso, se refuerza utilizando la crisis que afecta a las personas como una herramienta de propaganda.

Por lo mismo, es momento de tomar real sentido de urgencia y aplicar medidas que beneficien a la gente, a las usuarias y usuarios del sistema público de salud que buscan tener una atención digna. No se pueden escatimar recursos, ni voluntades para desestresar el sistema en el momento adecuado, considerando que aún estamos a semanas del pleno invierno, cuando la situación se puede volver incontrolable.

Le decimos al Gobierno que la responsabilidad es con los usuarios y usuarias, y por lo mismo, como Confederación Fenats Nacional insistimos que ante este nuevo escenario de crisis sanitaria, las trabajadoras y trabajadores de salud público -nuevamente- estamos de pie para recibir a la población que demanda atención. Llamamos a las autoridades para disponer de los recursos financieros que sean necesarios para cubrir los equipos de salud -compuestos por auxiliares, administrativos, técnicos y profesionales- y dar cobertura a la alta demanda de atención, junto con entregar los elementos de protección que resguarden la integridad de trabajadoras y trabajadores de salud.

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