Hoy recordamos a cientos de miles de judíos que, en la noche del 9 de noviembre de 1938, vivieron una pesadilla. Los nazis destruyeron sus sinagogas, sus negocios, profanaron sus cementerios y quemaron sus libros. En 1935 ya les habían quitado todos sus derechos civiles (Leyes de Nuremberg), le seguiría este pogromo, conocido como la "Noche de los Cristales Rotos" y después vendrían los gueto, los trenes, las cámaras de gas y la "solución final al problema judío".
El antisemitismo o la judeofobia es uno de los prejuicios más extendidos del mundo. Las cruzadas asesinaron judíos con el argumento del deicidio. En la Edad Media se los culpó de ser los causantes de la peste bubónica.
A principios del siglo XX, el libro "Los Protocolos de los Sabios de Sión" describía la conspiración de los judíos para controlar el mundo, lo que avivó el antisemitismo. Sin embargo, el diario británico The Times y expertos del British Museum demostraron que "Los Protocolos" era un plagio de un texto de 1864, del francés Maurice Joly.
Pero hay más. Existe una actualización, e incluso una adaptación regional a esta siniestra mentira: el Plan Andinia, que asegura que los judíos querrían adueñarse de la Patagonia. Un mito que nos golpea en la cara a judíos de Argentina y Chile.
En el contexto del recuerdo de la "Noche de los Cristales Rotos", no podemos desconocer que la máxima demonización en la historia la hizo el nazismo, que creó una caricatura perversa de los judíos, la que permeó a la sociedad de tal forma que 6 millones de nuestros hermanos terminaron en fosas comunes y hornos crematorios.
Y aunque parezca increíble después del genocidio nazi, el fenómeno de la judeofobia o antisemitismo no ha terminado. Como dijo Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz, escritor y sobreviviente del Holocausto, "Auschwitz mató a los judíos, pero no mató el odio a los judíos". Una frase que desgarra el alma.
Esto comprueba que el antisemitismo muta, se actualiza y resurge. De hecho, en 2021, un estudio de la Universidad de Tel Aviv encontró un récord de informes de actividad antisemita en todo el mundo, mientras un informe del gobierno alemán informó un aumento de 29% en delitos de esta naturaleza, respecto de 2020. En EE.UU., la Liga Antidifamación ha denunciado los niveles más altos de eventos antisemitas reportados desde los años '70.
El estudio de la Universidad de Tel Aviv agrega que el antisemitismo aumenta cuando se agudiza el conflicto palestino israelí, lo que es incomprensible e injustificable. En Chile lo sabemos. Como judíos de la diáspora hemos estado expuestos muchas veces a discursos de odio por lo que pasa en Medio Oriente.
Siendo parte de este país, desde sus orígenes, nunca hemos dejado de denunciar con fuerza toda expresión antisemita, ya sea de medios de comunicación, políticos, autoridades o líderes de opinión. En Chile hay grupos y personas que promueven el antisemitismo y ello puede llevar a expresiones de violencia que no queremos en nuestro país.
Además del recuerdo y la memoria, se requieren acciones concretas en esta materia. Es por ello que hemos insistido en la importancia de mejorar la Ley contra la Discriminación y de contar con una ley que condene la incitación al odio y la violencia.
Pero en este Día Internacional contra el Fascismo y el Antisemitismo, queremos avanzar más, proponiendo que Chile forme parte de la Alianza Internacional por la Memoria del Holocausto (IHRA, en inglés), organización intergubernamental a la que ya pertenecen más de 40 países de todo el mundo, y que busca fortalecer, avanzar y promover la educación, la investigación y el recuerdo del Holocausto para generar conductas de respeto y tolerancia.
Hacemos un llamado a entender que hoy -al igual que en el pasado- este odio injustificado sigue causando enorme daño a personas que simplemente buscamos vivir nuestra fe, en paz y en armonía con nuestro entorno.
Un día como hoy, en 1939, se asesinaron a miles de judíos, se profanaron sinagogas y se quemaron libros. No podemos olvidar, y no podemos permitir que se discrimine por motivos de raza, religión, etnia, género, orientación sexual ni opinión política, entre otros. Sólo así todos los chilenos, en nuestra diversidad, podremos seguir aportando a esta nación.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado